Y tras un buen trabajo de George Lazenby, uno diría "al carajo Connery, nadie te va a estar rogando", perp luego de verlo de regreso, pese a como le haya ido a Lazenby, no hay de otra, James Bond es Sean Connery, y no importa que haya vuelto no por amor al personaje, sino por ese millón y cuarto de paga, no hay otro agente 007 como él, pues es la encarnación propia del personaje, con su humor negro, su estilo, y aún ya viéndose envejecido, su sexappeal 1000% más imponente que Lazenby; así que así como leen mi introducción ya imaginarán que la séptima cinta del 007 es bastante buena...
Luego de lo sucedido en On Her Majesty´s Secret Service, Bond está fúrico y desesperado por encontrar a Blofeld (Charles Gray), y al hallarlo lo mata rápida y fácilmente... todo se resuelve, y empieza la película... Sí, si Bond se muere en la primera escena de You Only Live Twice ¿porqué no Blofeld también?
Luego de cerrar el caso más difícil de su carrera, M (Bernard Lee) considera que ahora Bond puede hacer un caso menor para aligerarle la carga de trabajo, por lo que le encomienda investigar un constante robo de diamantes en las Vegas, y a regañadientes Bond acepta e inicia la investigación. Primero se encuentra con la ladronzuela sexy Tiffany Case (Jill St John), quien le dirige a un ladrón llamado Peter Franks (Joe Robinson) y finalmente a un consorcio hotelero científico de un tal Sr White. A la vez una pareja de asesinos gay (Bruce Glover & Putter Smith) le siguen el rastro casi matádolo cada vez que se encuentran... Ahora que Bond sabe hacia donde apuntan los robos, debe de descubrir porqué este señor White está experimentando con diamantes robados y radioactividad (lo descubre también) hasta cerrar este nuevo caso que termina siendo tan peligroso como todos los demás.
Entonces ya repitiendo a Connery, a Bernard Lee, a Lois Maxwell y a Desmond Llewelyn ya es un regalo para todo fan de la saga, pero la manera en la que vuelve le hace tener un fantástico final para los fans de lo producido por Eon Productions, le vuelve inolvidable y no por nada se le adjudica el apodo del Bond original, que a partir de ahora definitivamente cederá el cetro a nuevos actores que pronto sabremos si le hacen justicia al personaje o no...
Con la dirección del Goldfingered Guy Hamilton y la música de John Barry y Shirley Bassey nuevamente, la cinta se vuelve enteramente disfrutable, bastante entretenida, bien hecha y una esencial de la franquicia. Altamente recomendable.
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