Éxito en la primera, puertas abiertas ¡Fuego! Piratas del Caribe ahora sí despega como debería de despegar... ¿o será zarpar?
Ya encarrerados, Verbinski repite dirección en un universo previamente desarrollado y con las posibilidades técnicas y económicas libres gracias al éxito de La Maldición del Perla Negra, e inicia la secuela lista para convertir la saga mínimo en trilogía, repitiendo mínimo en estas tres entregas a Depp, Bloom, Knightley, Rush, Davenport y Pryce, además de añadir a Bill Nighy en una magistral actuación como Davy Jones, a Naomi Harris como Tia Dalma, Tom Hollander como Lord Beckett y a Stellan Skarsgard como Bootstrap Bill.
En esta ocasión, se nos narra una deuda pendiente de Jack Sparrow con Davy Jones, así que este lo va persiguiendo mientras la East Indian Company quiere monopolizar el tránsito marítimo mundial, y Elizabeth Swann y Will Turner siguen tratando de sobrellevar su relación apiratizada.
Si la primera entreniene, divierte y vende, la soltura de capital en ésta es evidente pues la calidad visual y narrativa es incomparable con su antecesora, las actuaciones de todos mejoran gracias a no tener que explicar orígenes o cosas que atrasarían la trama central, y finalmente es hasta esta entraga cuando podemos empezar a llamar a la saga con respeto y gusto una de las grandes épicas de todos los tiempos.
Los efectos, la dirección, las actuaciones... la cinta es totalmente recomendable y podemos fácil decir que no es l cumbre de la saga, pero hasta su momento logra situarse como una cinta de calidad a la altura (pero en otro género) de lo que Verbinski había logrado antes con The Ring.
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