viernes, 4 de octubre de 2013

Fight Club (1999)

Soy el intento de reseñista de un blog no tan leído.

Basada en el asombroso libro de Chuck Palahniuk, y dirgida por David Fincher, la película narra el insomnio de un hombre interpretado por Edward Norton, lo cual lo lleva a conocer a una chica llamada Marla (Helena Bonham Carter), y a un comerciante de jabón, interpretado por Brad Pitt (en una de sus mejores películas que jamás haya hecho), y se desatan una serie de acontecimientos raros que desembocan en un proyecto de anarquismo destructivo llamado el Proyecto Mayhem, que planea reconstruir el tejido social desde la raíz.

Una de las películas de culto más importantes en el traslado de siglo XX a siglo XXI, con el impacto cultural de otras antecesoras de otras épocas como Taxi Driver o Rebelde sin causa; con una narrativa en primera persona sorprendente, pues su manera individual de retratarse, mientras las secuencias audiovisuales que Fincher asigna van pasando, hacen una obra magnífica y paranoica que mezcla el tendencismo noventero con esa necesidad de revolución que se venía filtrando desde la cumbre de la generación X, tornando la obra, como mencioné antes, un fenómeno cultural trascendente como pocas otras en la década, en el siglo, en la vida.

Sonorizado por los Dust Brothers, la cinta es una inevitabe, es un manual de existencia, y una propuesta a la autoreflexión. Una joya del séptimo arte, una inevitable...









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