martes, 27 de enero de 2015

Big Eyes (2014)

Tim Burton Genio Incomprendido, Genio Tim Burton, Tim Burton copia de Tim Burton, Tim Burton chiste de Tim Burton, Tim Burton en busca de la redención... En éste momento nos encontramos, donde ese que todos hemos admirado alguna vez en nuestras contemporáneas vidas, donde hemos visto a pocos genios resistir, y al resto mutar de acuerdo a sus variables características personales y/o profesionales... Tim Burton es uno de ellos, y pareciera que luego de ese periodo de críticas, trató de brincar a algo que antes le resultó en busca de su genio ¿extinto?
Basada en la vida de Margaret & Walter Keane, y teniendo a Amy Adams y Christoph Waltz en los protagónicos, la historia se narra así:
(Musicalización de Danny Elfman: On)
Escape de Margaret y su hija (Adams & Madeleine Arthur) de un matrimonio que parece no fue belleza y rosas... Margaret en busca de trabajo, Margaret vendiendo sus cuadros de niñas de ojos grandes en un jardín de arte... -voz inconfundible de Christoph Waltz- Entra en escena, se conocen y por A o B razones se vuelven pareja y casan... X o Y motivos terminan haciendo que él se adjudique la obra de ella, metiéndola a un espiral decadente ególtra de parte de él, automenospreciante de parte de ella... La situación empeora al grado de Walter comparándose con Paul Gaugin, y diciéndose superior a Warhol... y ella en la isla desesperante del no hacer nada, hasta que...
Complementando el elenco con la hermosa y burtoneana Krysten Ritter, y en roles secundarios Jason Schwartzman, Danny Huston y Delaney Raye, la cinta tiene impulsos para escapar de ese círculo vicioso burtoneano, arraigándose a su estilo afamado con detalles con Ritter, la fotografía o las esporádicas secuencias de cómo Margaret ve el mundo; sin embargo, de no ser por la fuerza histriónica magnífica de Waltz en el papel del mediocre pusilánime Walter la película sería solo un momento más y pasaría desapercibida; ¿porqué la mala fe? Sí, es una película que podría destacar al lado de cientas, pero al hablar de gente como Burton, donde existe la impecable Ed Wood, o hasta las estilizadas Beetlejuice o Big Fish, el más mínimo de los decaeres es una falta mayor, puesto que las expectativas siempre irán altas, y ya no hay vista para atrás; y el no disminuir el vuelo de la genialidad no es algo imposible, pues conociendo las filmografías de otros genios como Kubrick o Fellini podemos saber que esa tendente flojera burtoneana puede ser el tiro de gracia de ese director que a cada filme que vemos de él esperamos ya haya superado esa línea baja que ha llevado todo el siglo XXI, pero pues no-más no acaba...
Como menciono en mi punto de no obstante, la película es buena, es entretenida, es cómica; Waltz, como siempre se desvive en su personaje (sobre todo en la escena del juicio), la actuación de Adams es sólida; ¡hasta Schwartzman que sale como cinco minutos o menos luce lujosamente! pero, pues no es la estrella de Burton que no llega a regresar... La cinta sí es recomendable, pero con ese paréntesis, que mantendremos abiertos por ese relevantamiento que esperamos algún día se dé.







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