Comenzando cuando Tommy y un amigo van al cementerio a destruir el cadáver de Jason, desentierran su ataúd, abriéndolo y viendo un Jason agusanado, Tommy comienza a golpear el cuerpo con una gran barra de metal, pero la lluvia se arrecia y, teniendo la barra clavada en el pecho de Jason, un rayo cae justo ahí, recobrando la vida del moustro, quien mata al amigo de Tommy, y viendo a este último huir por ayuda, la cual no llega a conseguir, pues, por su historial de locura, el sheriff (David Kagen) jamás le hace caso; todo mientras que Jason regresa a Crystal Lake y comienza a matar a víctima al azar camino al campamento original donde hay un curso de verano para niños. Encarcelado, liberado e ignorado, no es otra que la hija del sheriff, Megan (Jennifer Cooke) quien le cree a Tommy, y se lanzan a atacar a Jason con un plan que promete solucionar el problema que Jason significa.
Así que, luego de las pésimas Viernes 13 4 y 5, y quizás hasta la chafa y risible 3D, además del cambio de Tommy y de estilo, uno pensaría que la saga continuaría su descomposición poco a poco, sin embargo, la película es fresca, divertida, y muy buena (en lo que su género y estilo permite), la vitalidad de la trama nunca aburre y lo ilógico se siente gracioso y agradable, las escenas sangrientas son casi gore, y la manera en la que la historia se cuenta tiene un sentido bastante apreciable y de buen gusto, podiendo agradecer tanto a McLoughlin como a Cooke y Matthews que supieron aprovechar la mitología de Jason y del género de horror a la par (pues es bueno el uso del cómo revivir a los muertos de Frankenstein), pudiendo considerar esta la mejor película de Viernes 13 hasta ahora, aunque la más legendaria continúa siendo la segunda parte solo por el hecho de tener el nacimiento de la leyenda de Jason ahí.
Así que si eres fan de la saga, esta segura te gustará por encima de las otras, y si a usted le interesa conocer la historia de Jason y su némesis Tommy Jarvis, ésta es la película más indicada para comenzar. Muy recomendable.

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