Trece años después de la original, un chavo en un avión se pone loco porque han pasado los siete días, Samara (Bonnie Morgan) aparece a mitad del vuelo, y la nave cae... Tiempo después, Leonard Hofstader (Jhonny Galecki) halla, con su novia (Aime Teegarden), un VHS en un mercado de pulgas, lo arregla, y hay un video que dice "mírame"... Finalmente, una pareja (Matilda Lutz + Alex Roe) se despide, pues él se va a la universidad... con el tiempo pierden contacto, hasta que ella recibe una misteriosa videollamada de Teegarden, y decide ir al campus a ver qué... ya allá, descubre que su novio estaba metido en una especie de club organizado por Galecki, donde se proponían aclarar el misterio de Samara, saltando su maldición con un sistema de relevos; a mitad de su chistesito todo se sale de control, y la protagonista, Julia, cree que debe de resolver el misterio de Samara, una vez más; llevando la historia lejos de la universidad, donde estaba la tumba de la niña, descubriendo un pedazo más del acertijo Samara que cada vez es más forzado y cansado que antes...
Así que sí, como leen, el inicio de la película luce como la promesa del inesperado mejoramiento de este proyecto de bajas expectativas, pero la trama se reivindica a lo que uno esperaba, una chafada completa, y nos hace preguntarnos solamente ¿porqué un actor de la talla de Vincent D´Onofrio aceptó salir en semejante barbarada?
La cinta es recomendable para los que solo son satisfizos en curiosidad con el "ver para creer", pero si no son de esos, y son exigentes en lo que miran, no la recomiendo en absoluto.
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