Metasecuela, entiéndase por el contexto inicial: Se habla de los asesinatos en Texarkansas, los de la película original; los cuales inspiraron a la filmación de una película (la original) que conservó la escencia del asesino... en un 2013 donde usan carros de los 70´s y aún piensan como en la película de 1000 Maniacs, que solo se ve 2013 por el uso de una que otra computadora y soundtrack incidental para parecer cool, los asesinatos comienzan a suceder otravez cerca de donde la película del director Charles B Pierce, por lo que la gente promueve la prohibición de la película y el toque de queda, teniendo que esta situación a quienes más gusta es a los de ultraderecha y a los sacerdotes, pues el nuevo Phantom mata a los gays, promiscuos y demás adefecios clitché para la comunidad sureña notablemente confederada.
En medio de este fenómeno masacroso está la protagonista, Jami (Timlin), a quien le asesinaron a su novio (Leonard) -el primer actor conocido del paquete, muy a la Scream-, y ahora empieza a recibir amenazas del Fantasma, propiciando que ella busque respuestas a todo lo que está sucediendo; a su búsqueda se le une un excompañero de la escuela (Travis Tope) que le ayuda a ir descubriendo varias pistas que incluso apuntan hacia la familia del director de la primera parte; todo mientras los incompetentes policías del poblado, lidereados por "Lobo Solitario" (Anderson), a quien forzadamente se ligará la historia principal sin sorprender a nadie, ni salirse de una que otra comparación ya hecha con otras películas en este mismo texto.
La película es digna de ser directa para la tv, B, y dominguera (hoy que escribo la reseña es domingo), es estereotípica de estas menciones y se recomienda más que nada para conocer, dormitar o curiosear, pues nadie puede negar que el título es bastante atractivo.

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