jueves, 23 de enero de 2014

Persona (1966)

No de "person-a" sino del griego que significa "máscara".
Dirigida por quien en esta cinta se levanta como uno de los pilares más rígidos y simbolistas del cine de todos los tiempos, Ingman Bergman, y con la idea sobre soltarse y escribir una historia sin las ataduras de los estudios o la casa productora, esto respuesta a su hospitalización por un colapso nervioso por estrés, la película protagonizada por el dueto conformado por Liv Ullman & Bibi Andersson, es una de las mayores joyas que se hayan filmado jamás.
Sobre un problema de mutismo que una actriz de nombre Elisabeth (Ullman) desarrolla, y su relación con su enfermera, Alma (Andersson), y de cómo Alma pasa de los estados de admiración, secrecía, celos, ira y arrepentimiento, todo bajo la contemplación de su compañera; tornando la casi hora y media de la película en un estudio del silencio de una y la contemplación de la otra, hasta el aislamiento paradójico de la misma.
Con perfectas actuaciones de las actrices y la sencillez que parece dar la maestría del director, la cinta es una caja de pandora sobre las personalidades de las personajes, del arte y hasta del director mismo.
Recomendable para los cinéfilos, pero no los blockbustereanos, pues su intensidad literaria dista del Hollywood vacío y fácil de digerir.






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