Sobre la amistad entre el viejo borracho Falstaff con el principe Hal, y cómo al ascender al poder, el principe retoma su camino de honor y realeza, haciendo de menos al gordo mediocre que antes era su consejero, para llevar su reinado de dignidad como debería de ser llevado.
Sin duda es una película 100% teatral, clásica, que cumple con las expectativas wellesianas sobre cómo se debe hacer una historia, además de satisfacerse a sí mismo haciendo lo que más ama, y esas son las adaptaciones de obras clásicas que seguro el director leyó y releyó infinidad de veces.
Con un cast completado por Keith Baxter, John Gielgud, Jeanne Moreau, entre otros, la cinta es una absoluta recomendable para los teatreros, los histriónicos, los shakespeareanos y los amantes de lo clásico; la cinta como tal es una obra de teatro traspasada casi literalmente al cine.

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