Contando con dos íconos menospreciados del cine de horror, como lo son Tony Todd, quien ha participado en cintas como Candyman, Destino Final, Night of the Living Dead y El Cuervo, y Danielle Harris, la protagonista de Halloween 4 y 5, y que reaparece en la saga, pero ahora en los tiempos de Rob Zombie, tanto en la primera como en la segunda película de Halloween, además de tener en su carrera su aparición en Leyenda Urbana; el director Adam Green escribe una historia bien hecha para ser serie B, pero no lo suficientemente sólida como para volverse un clásico del género.
Sobre un fantasma asesino que parece una mezcla de Jason con las deformidades de los villanos de The Hills have eyes o Camino hacia el Terror, llamado Victor Crowley, que anda matando cerca de un pantano, pero las cosas se vuelven personales cuando se encuentra con uno de sus tres asesinos y su hija (Harris), así que los mata, pero ella logra escapar, recurriendo al Reverendo Zombie (Todd), un brujo del pueblo, que le promete solucionar las cosas e iniciar una cruzada contra Crowley, luego de narrarle a ella la historia y leyenda del moustro y cómo inició su maldición.
La película tiene una historia bien creada, con la intención de hacer de Crowley uno de los moustros que la cultura pop necesita, y metiendo a artistas como Harris o Todd, Green hace hasta lo imposible por lograrlo, sin embargo su constante referencia a Jason, los mencionados de Camino hacia el Terror, o hasta Depredador, por la manera en la que cazanse unos a otros, llega a hacer incoherente y caricaturesca la cinta, restando y restando puntos a su contenido neto. Por lo tanto Hatchet 2 es una buena película y mala a la vez; vale la pena ver en un domingo sin nada mejor que hacer, pero ni todo el esfuerzo de su creador logrará que la leyenda de Crowley siquiera se cuele en la élite de creaturas de horror ni de ayer ni de hoy, y seguro ni de mañana.
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