Daredevil (2003)

La piedra angular del odio tanto hacia Ben Affleck como hacia el cine de superhéores está aquí.
Dentro del primer paquete de la era de los superhéroes se incluía a Spiderman, los 4 Fantásticos, los X-Men y el llamado hombre sin miedo Daredevil, la cual quedaría en las manos de Mark Steven Johnson, quien trataría de llevar una historia de héroes más allá, navegando por el cine de buenos soundtracks rockeros, y la seriedad de historias como las tratadas por Frank Miller, pero trayendo más una película pretenciosa y mensa que una obra de arte.
Sobre los orígenes de Matt Murdock (Ben Affleck), quien crece con su papá infiltrado en el mundo de la mafia del Kingpin (Michael Clarke Duncan), llevándole ésta vida no solo a provocar la ceguera de su hijo, sino a su trágica muerte. Años después Murdock se ha convertido en un abogado defiende pobres, al lado de su compañero Jon Favreau, y en el superhéroe con sentido sonar llamado Daredevil, que empezará a defender a Nueva York de la amenaza kingpinezca; en este lapso, Murdock conoce a Elektra Natchios, interpretada por una más linda que nunca Jennifer Garner, hija de otro aliado menor del Kingpin, de quien Murdock se enamora; sin embargo, como en su propia historia, el padre de Elektra es asesinado por la mano del Kingpin, quien manda al villano en turno, Bullseye (Colin Farrell), a realizar el siniestro. Ahora dos superhéroes (Elektra y Daredevil) se encaminan a pelear contra el mundo mafioso del Pin, y traer nuevamente justicia y esperanza a Nueva York.
Destacando únicamente que es la cinta donde más bella podemos ver a Garner; la cinta sí resalta por la forzada actuación de Farrell, la boba interpretación de Affleck y la sobreactuación chafa de Duncan. Todos ellos se han reivindicado en sus siguientes etapas de sus filmografías, pero en ese momento todos nos regalaron 102 minutos de tedio y pretensión; no por nada el arrace de la crítica contra la cinta no ha cesado, y pudiera ser ésta película y la secuela de los 4 Fantásticos el principal motivo para rebootear la franquicia y dar el paso a lo que ahora es el cine de superhéroes.
Y pese a esto, a manera de domingueo la cinta es aceptable, a manera de dormitar y ver, a manera de hacer algo más mientras la cinta está sí... Más allá, mejor no.