El genial clásico de Antoine de Saint Exupery llega al siglo XXI bajo el mando de Mark Osborne, luego de que este codirigiera Kung Fu Panda, en una coproducción gringo-francesa que mezcla la animación CGI con el stopmotion mezclando la historia original del libro con una original para tener una de las obras animadas mejor creadas de los últimos años.
Sobre una niñita que se muda con su madre soltera a un nuevo vecindario tras fallar en una prueba para entrar a un colegio muy caché, y justo al lado de su casa vive un solitario hombre aviador, que al ver la soledad y rigidez con que la madre trata a la niña empieza a intentar ser su amigo, mandándole textos con dibujitos sobre una aventura que tuvo muchos años atrás... En la aventura, el aviador le cuenta sobre su encuentro con un niño llamado El Principito, a quien conoce cuando su avioneta cae en medio de un desierto africano; a su vez, el Principito le cuenta su viaje cósmico, y cómo llegó ahí... Llegado cierto momento de la cinta todo apunta tanto a la muerte del Principito como la del Aviador, y la niña tendrá que entender la moraleja de la historia de su amigo para que todo valga la pena, y el mensaje del viejo persista...
Entonces, teniendo el clásico intrínseco más la historia de la niña y la madre, uno creería que ahí concluiría el proyecto, pero no, hay una tercer aventura de cuando los dos mundos se encuentran, que evoluciona y actualiza totalmente el cuento original hasta trasladarlo a un contexto actual que deja a Osborne como uno de los grandes en el género.
Producida entre Estados Unidos y Francia, el cast gringo incluye a James Franco, Jeff Bridges, Rachel McAdams, Riley Osborne, Mackenzie Foy, Marion Cotillard, Benicio del Toro, Paul Giamatti, entre otros... Musicalizado por Hans Zimmer, aquí podemos encontrar quizás el más grande detalle y la única acotación negativa que encontraría para el film, y es que luego de la gran obra que Henry Selick hace en Coraline, la influencia del gran nuevo clásico del stopmotion es totalmente latente en esta área, por lo que en cuestión de soundtrack, lo hecho por Zimmer y la cantante Camille parece una copia directa de la cinta mencionada; sin caer en lo malo, pero demasiado evidente...
Como sea, la cinta es muy bella y perfectamente bien lograda, su moraleja es preciosa y es bastante recomendable para niños ávidos, adultos felices y adultos grises, pues se siente desde el primer minuto el feeling y el alma que Saint Exupery da desde la primera vez que la historia fue contada.
la amé tanto como el libro <3
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