Tras una larga de trabas que iban de lo éticamente incorrecto (torres gemelas), a un impagable contrato de 50 millones de dólares a Will Smith, a sís y nos interminables, finalmente Roland Emmerich tiene su gran oportunidad de recreación de su máxima pieza, y con los efectos especiales actuales y la expectativa por las nubes, el director se aventura a filmar la revancha de los aliens ID4 en una injustificada narrativa más apresurada que épica, más chacaleada que impactante, más mala que aceptable.
20 años después de la invasión de 1996, la humanidad ha tenido muy distinto progreso al que ahora tenemos, gracias a la fusión de la tecnología extraterrestre y la humana, enfocando todos los esfuerzos a la preparación de la raza humana contra un posible segundo ataque. Will Smith murió probando esta tecnología, así que sus 50 millones se los pueden dar su siguiente éxito al lado de Shyamalan; David Levinson (Jeff Goldblum) sí siguió en la historia y se volvió una especie de secretario de investigaciones extraterrestres; y el expresidente Whitmore (Bill Pullman) se quedó medio tocado luego de los sucesos anteriores. Ahora Sela Ward es presidenta, y el piloto famoso es el hijo de Will Smith, Dylan Dubrow Hiller (Jessie Usher), quien al lado de sus amigos, pequeño Thor aka Jake Morrison (Liam Hemsworth) y la hija Whitman (Maika Monroe), pilotearán naves tanto humanas como extraterrestres a lo largo de la película.
Pero bueno, argumento: 20 años después llega una nueva nave llega a la estación lunar de los humanos, y la destruyen; sin embargo todos los que tienen una conexión con los extreterrestres (el expresidente Whitman, un africano guerrillero gigante (Deobia Oparei) y el científico matudo de la primer película (Brent Spiner), quien resulta ser gay y novio de su ayudante) sufren dolores de cabeza al darse cuenta que la nave destruída era aliada, y era una raza extraterrestre no vista antes. La nave mala llega minutos después, cuando Levinson, Morrison, la científica Marceaux (Charlotte Gainsbourg) y otros soldados investigaban los restos de la nave destruída. La super nave extraterrestre mala ahora atrae edificios hacia sí y luego los tira y abarca como el tamaño de Europa completa... De entre las víctimas están Vivica Fox, y Judd Hirsch, pero éste último, intérprete del papá Levinson otravez, sí logra sobrevivir, y es rescatado por un grupo de niños guiados por la niña del Conjuro, Joey King.
Otravez el acto 2 es una batalla nula contra la supernave, donde se dan cuenta de que ahora suceden dos cosas distintas sacadas de otras películas: 1. La nave malvada está lanzando un rayo que planea llegar al centro de la Tierra, como en Man of Steel, y 2. los aliens son una colmena que si matas a su reina puede ser destruída, como en Aliens de James Cameron; lo bueno que a diferencia de esa película la reina ID4 es suficientemente estúpida como para exponerse a las armas humanas, y al menos hacer una secuencia más de cine de superhéroes que al estilo de la cinta anterior...
El cast se completa con la china Angelababy, que interpreta a una soldada amiga del grupo del pequeño Thor, ayudante a salvar el día y volver a los gringos nuevamente los salvadores de todo; aunque en esta entrega no son tan cínicos en este discurso como en la cinta anterior; osea, sí pasa, pero son más discretos, la idea principal aquí es que el ataque de la primer película unió a las naciones en un curso similar, muy a la idea de Ozymandias de Watchmen.
Entonces, sí, los ataques, las batallas, y las secuencias de efectos especiales son muy bellas y destacadas; ésta vez no son lo mejor antes visto, como en la versión del 96´, pero sin duda, sí son trepidantes como montaña rusa; pero si la vez pasada nos quejábamos de la narrativa, ésta sí pareciera tomar las películas de Transformers como fuente de inspiración, con relajo mal explicado (mi argumento de los párrafos de arriba es shakespeareano comparado con lo que se ve en la cinta) y sobre todo las pésimas bromitas que hacen al público en general reír brevemente, pero que hacen de uno una palmface casi constante, que no es bueno que suceda...
Así bien, la cinta está padre para perder el tiempo, pero es olvidable e intrascendente, no le hace justicia a la película anterior, y sí tiene uno que otro pro, sus chacaleadas, más que homenajear al cine al que le copian, acaba por echar a perder el contenido neto de la pieza... ¿que si es recomendable verla? claro, véanla, lo peor que pasaría es que salieran quejándose, como es mi caso, pero recuerden que más que un juego de feria no pasará de ser; es una lástima que la cinta no haga honor ni siquiera al trailer que bastante prometedor se veía; ahora a ver si sale una tercera parte o pasarán otros veinte años para continuar con lo contado...
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