martes, 9 de agosto de 2016

Bolgen (2015)

Dirigida por Roar Uthaug siguiendo una línea del alto hollywood de desastres como Volcano o El Pico de Dante, además de parecer seguir lo logrado en Lo Imposible, logrando llevar lo extranjero a Estados Unidos, presentando un material digno de la calidad necesaria para la internacionalización y buena distribución, pero sin usar actores famosos; la traducida como La Última Ola -aunque bolgen signifique solamente Ola, y en ningún momento se dice que ya no habrá olas ni nada por estilo- es una película noruega que nos trae una historia parecida a otras que hemos visto, pero con una producción nogringa que nos enseña que no es necesaria la anglo-obligación para hacer producciones impecables que hasta el mismo país nórdico propuso como su contendiente para los premios óscares del año que le tocó -aunque no quedó entre las nominadas :(-
La historia narra el final de Kristian (Kristoffer Joner) en su trabajo como geólogo de Geiranger, un lugar hermoso donde un río es rodeado por magestuosas montañas, que sirve como lugar turístico. Kristian ha aceptado un trabajo en la ciudad, y se dispone, con su familia, dejar su hogar para lograr una evolución personal. Sin embargo, ese último día, sus amigos/compañeros de trabajo descubren movimientos no muy comunes en las bases de las montañas; los figurantes no creen que sea nada, pero Kristian es un clitché de héroe de cine de desastres, así que pese al notorio hartazgo del elenco, se empeña por ver qué es lo que realmente sucede, deteniendo su mudanza para quedar seguro de esto, encontrando que si las piedras de hasta arriba de las montañas caen al fiordo provocarán un tsunami que dará 10 minutos a los habitantes antes de que la ola llegue a la zona poblada, y suceda lo que era inevitable detener.
Completando el cast principal con Ane Dahl Torp, Jonas Hoff Oftebro y Edith Haagenrud, Bolgen es una muy buena película que da gusto puedan verse en las salas nacionales sin tener que enterarse de ella por blogs de cine de culto, sino como parte de la cartelera general que casi siempre suele estar repleta en su mayoría de estupideces hollywoodenses que a veces parece solo hacen para no dejar las salas vacías en lo que la siguiente película de autor o el próximo blockbuster tienen lugar. Aún así, como para oscar no está, pues algunos diálogos suenan mensos, muy estilo de una cinta de desastres, y pese a la buena historia e increíble producción, los premios de la academia deben de ser más elitistas en cuanto a la recepción de materiales.
La Ola es totalmente recomendable, y da ideas de que ojalá hubiera alguna ley de que en todas las salas mínimo una vez al mes diera puerta abierta al cine internacional del que tan pocas veces podemos tener el gusto de ser parte... nuestros sueños guajiros se quedarán, pero nada perdemos con escribirlos en la lista de deseos y ver qué pasa...













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