Sobre una pareja que llega a vivir a un edificio histórico lleno de gente peculiar (comparable con el elenco de La Dama del Agua de Shyamalan), donde ocurren asesinatos en random que parecen indicar al más raro del edificio como el obviado asesino, sin embargo, como el truco barato que es, no es; pero en cuanto más avanza la cinta se empieza a generar una red de misterios sin solución como símbolos de sectas, magia negra en el edificio, art decó maligno, un niño nacido en la muerte, el primo chafa de Leatherface, y chistes no tan buenos que la hacen una digna de su género B en la que se filma.
Para ser de Tobe Hooper es incomparable con sus máximos éxitos, aún cuando las secuencias en los pasillos entre las paredes nos recuerdan las más locas secuencias de La Masacre de Texas, sin embargo, la cinta jamás logra despegar y queda como un intento de algo que al final no es nada; aún así entretiene y no es una pérdida de tiempo total.

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