jueves, 25 de febrero de 2016

Rocky Balboa (2006)

Con la saga apagada, cuando me enteré de que iba a salir una nueva película de Rocky, pensé "Bah!, ya no saben ni que sacar", pero es hasta ahora que la he visto, y he quedado tan deleitado como las primeras entregas. Ya en su periodo Expendable, Stallone retoma a su máximo personaje, pero no es manera de chole, sino como un digno homenaje que revive los más altos valores del personaje, y quizás sí, iniciando por el mero ego clamando por ser escuchado -como el hijo le dice a Rocky en alguna escena de la película- o talvez movido por reactivar sus mejor valuadas joyas, pero Stallone lo hace de la mejor manera, teniendo la continuación que tantas sagas ya quisieran tener...
Para empezar da un gustazo cuando Stallone jala a Burt Young interpretando a su cuñado Paulie, y a Tony Burton para repetir como Duke -aunque Duke sale muy poco-, después, la inclusión de Bill Conti para el soundtrack, retoma la línea de muy buena manera, comenzando años más tarde de lo sucedido en Rocky 5, habiendo Rocky Jr (ahora interpretado por Milo Ventimiglia) crecido y dejado casa atrás, y Adrian  ha quedado en el pasado, tras morir de cancer, y solo dejar en Rocky el inmenso amor que siempre le caracterizó. Ahora Rocky se dedica a atender su restaurante, y dejar al mundo seguir; sin embargo, ESPN hace una simulación digital de ¿quién sería el más grande peleador? Las opciones eran Rocky y el nuevo campeón mundial, Mason Dixon (Antonio Tarver), diciendo que Rocky es mejor, dejando en ridículo al nuevo luchador... A la par de esto, a Rocky se le ocurre reactivar su licencia de boxeador a ver qué sale, y es el mismo Dixon quien le busca para comprobar si la simulación es cierta o no. Rocky terminará aceptando el reto apoyado de Paulie, Rocky Jr, Duke, y su nueva pretendiente, Marie (Geraldine Hughes), que es la niña a la que Rocky le decía que no estuviera perdiendo el tiempo con los vagos del barrio; Marie vive con su hijo (Francis Kelly III), y como no les va tan bien Rocky les da trabajo, y terminan volviéndose parte de su equipo para la pelea contra Dixon.
Si han visto las otras cintas, y han leído el comienzo de la reseña, ya imaginarán cómo está el clímax de la película para compararle con las mejores peleas de la franquicia...
La película termina siendo una grata sorpresa que revive  lo mejor utilizado anteriormente, mezclado con el inmortal espíritu del personaje, solo recordándonos que los gigantes fílmicos nunca mueren, y que esos casos prostituídos echados a perder son condenados más por la codicia de sus creadores que por su naturaleza dorada. Stallone no necesita explotar por dinero, él más bien revive sus grandes triunfos por el gusto de hacerlo.
Entonces esta sexta entrega se vuelve totalmente recomendable para los más amantes de la saga, los decepcionados de la quinta parte, y hasta los novatos en el tema a los que les gustaría conocer un poco de cómo Rocky deforma su cara año tras año.





¡Ah! y hay un cameo de Mike Tyson... pero bueno, no afecta ni la crítica ni la historia....












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