Cloverfield Paradox (2018)

Luego de 10 Cloverfield Lane, la cinta que secretamente era secuela del clásico del POV Cloverfield, la franquicia recobró vida y frescura, por lo que Bad Robot se aventuró a hacer una tercera parte -y se rumora que también cuarta- y justo cuando brucaba distribución apareció Netflix para comprar los derechos, buscando que no se exhiba en los cines y vaya directo a la plataforma buscando estrenarse justo después del Superbowl a nivel mundial. Netflix lo logra, y esta hazaña se vuelve su primer hit de 2018. Pero ¿Ha valido la pena?
Ahora con Julius Onah a la cabeza del proyecto, la historia, como el 10CL es ajena a las otras dos entregas; esta vez vendría siendo precuela a la primera parte -Posible Spoiler Alert- La historia narra la partida de Ava Hamilton (Gugu Mbatha Raw) al espacio, dejando a su marido (Roger Davies) en la Tierra; el proyecto en el que se embarca se llama Cloverfield, y aparentemente lo que tratan es de estabilizar energía por medio de un condensador de hadrones, pese a que un viejo tipo Jaime Maussan (Donal Logue) les advierte que lo que sucederá es abrir un portal interdimensional y todo podría terminar en catástrofe (ver Cloverfield 1). En efecto sucede, y lo primero que vemos es que para la tripulación la Tierra desaparece, además de que cosas raras empiezan a suceder, entre las que destacan una mano viviente y una mujer (Elizabeth Debicki) que aparece atrapada entre los tubos de entre las paredes del Cloverfield. Como era de obviarse, de un momento a otro se darán cuenta de que ya no están en casa... Mientras tanto, el esposo de Ava vivirá en la Tierra real los desastres de la primer película buscando que alguien de lo que parece ser la NASA le dé razón de lo que fue de su mujer.
Sí, spoilerié, pero tampoco tanto, no se preocupen, fue más spoiler argumental que nada...
Así que tendiendo más a una narrativa más ad hoc a Alien que al estilo Godzila de la primer entrega, el cast se complementa con David Oyelowo, Daniel Bruhl, John Ortíz, Chris O´Dowd, Aksel Hennie y Zhang Ziyi, la película más anunciada en Youtube termina siendo.... un tanto innecesaria.
Aunque finalmente sabemos de donde surgió el moustro de la primer cinta, Paradox tiene demasiada rebaba pudiendo haber sido un corto que se incluyera de material extra en una historia más emocionante. Las paradojas interdimensionales son demasiado forzadas, y los personajes nunca llegan a volverse suficientemente empátizables... El pro podría ser el bien logrado soundtrack de Bear McCreary, y los efectos especiales que no le piden nada a la primer película... pero de ahí en fuera se torna un producto prescindible que más que nada solo denota poder para Netflix y nada más...
Como sea, si siente curiosidad de verla, y paciencia para aguantar esos contras, es un capítulo interesante, de relleno, para esta franquicia que aún puede tener posibilidad de trascendencia.