Cage es como tal, un temerario, un único, al que no le interesa nadie, pudiendo interpretar pésimos papeles como el de Ghost Rider, o trabajar para David Lynch en Wild Heart, con una filmografía de extremo a extremo que lo hace uno de los más comentados, para bien o para mal, actores de su generación.
8mm se me hace, en lo personal, una buena pelicula para tratar de entender al Cage talentoso, aún con su larga lista de detractores.
Sobre un detective al que le encargan encontrar la verdad detrás de un film snuff, y como el medio lo va devorando a cada paso que da, la cinta nos muestra la impresión de Cage sobre lo que es un detective, pues si vemos la cinta desde la perspectiva de su director Joel Schumacher, que igual que Cage tiene grandes clásicos como Lost Boys o Flatliners, pero películas terribles como Batman & Robin o Number 23, se pierde un poco la intención del texto de encontrar el sentido al talento del protagonista, quien, como decía, enfoca a su personaje hacia el clitché basado en los grandes del noir desde Humphrey Bogart o las versiones de Orson Welles en The Touch of Evil, hasta las interpretaciones de Jack Nicholson en películas como China Town, enfrentpandose al enemigo que fácilmente está por encontrar su triunfo, gracias a las facilidades que la tecnología está consiguiendo.
Pudiéndose comparar también hasta con un buen episodio de Law & Order SVU, y acompañado por unas acostumbradas buenas actuaciones de Joaquin Phoenix y James Gandolfini, 8mm es una buena película oscura, que bien retrata el contexto del tiempo, el contexto del actor en cuestión, y la perspectiva del detective posmoderno de fin de siglo.
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