Estelarizada por Viggo Mortensen como el general Alatriste, la historia narra un periodo largo del personaje durante su vida en los tiempos de la inquisición española y las guerras contras Flandes, siendo ambos escenarios los posibles finales del personaje central, cuya historia tambalea entre la lealtad, la herejía, el heroísmo y su actitud de macho vale madres que se sabe a sí mismo imponente y hábil.
Haciéndonos más pensar en pintores gigantes españoles como el Españoleto o Velázquez, la película es más un homenaje a lo grande del país en aquellos turbios días de conquista, como un gran cuadro en movimiento, que una oda a cómo escribir buen cine, pues pese al notorio esfuerzo en el arte en general, la cinta no llega a igualar a películas épicas del cine español, sin embargo eso no demerita en absoluto su valor como producto dignamente para divulgarse internacionalmente; así que si usted busca una bella manera de pasar poco menos de dos horas y media mirando una buena realización visual, adelante, esta es la cinta, sin embargo lo insípida de la historia baja demasiado este tremendo punto a favor de la producción, así que usted gózela o evítela dentro de sus propios criterios.

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