Parte del catálogo de Netflix, estrenada originalmente en el festival de Toronto y luego en Tribeca, la cinta dirigida por Henry Hobson estelarizada por Schwarzenegger, Abigail Breslin y Joely Richardson parece haber tomado todo lo que Walking Dead hubiese sugerido como canon: una perspectiva alternativa del mundo zombie, buena fotografía -aquí por parte de Lukas Ettlin- y una trama más que aburrida al creer que tener una composición visual destacada puede hacer de estos zombies alternativos lo que los fans from hell están buscando al no saber qué ver con respecto al cine que aman.
La cinta no se remonta a un futuro distópico, sucede en la actualidad. La epidemia zombie ha sido desatada, pero está bajo un control médico suficiente como para que en general el mundo siga tal cual. La transformación zombie es extremadamente lenta, por lo que da oportunidad a las familias de pasar por este proceso de la manera en la que vayan eligiendo. En la historia en turno, tenemos a Maggie (Breslin), quien ha comenzado su proceso de transformación, y su padre (Schwarzenegger) quiere que lo viva con la mayor dignidad posible.... Va con sus amigos, ve flores, el atardecer.... cosas que el director pensaría que alguien que busca cine zombie buscaría ...
No repudio en general el cine lento, puedo admirar los tiempos muertos como no tantos podrían admitir; sin embargo, hay géneros que destacan, por estilos rápidos, sangrientos y alteradores.; no por nada Train to Busan fue tan exitosa en su momento. Maggie es aburrida para su género y jamás le hace justicia a lo mínimo de posibilidad que este cine debería tener. La cinta es más recomendable para dormir que para gozar....
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