domingo, 6 de mayo de 2018

Revolutionary Road (2008)

Que para las distribuidoras latinas significa: Revolutionary = Solo, Road= Un Sueño (Aunque la película no sucede en un sueño, ni habla de cosas oníricas, ni nada de eso)...
Una película de la que no se habla mucho, y debería ser un clásico de cabecera es la cinta de hace 10 años donde Leonardo DiCaprio y Kate Winslet se reúnen gracias a Sam Mendes para recrear la historia de Richard Yates, Revolutionary Road, que en realidad significa como Avenida Revolucionaria, no algo que tenga que ver con cosas surrealistas como el título en español sugeriría... Yo mismo llegué a la cinta al pensar que iba a tratar de algo así, pero mi sorpresa due mil veces mejor al ver una película que exige a sus partícipes -cada uno de ellos- lo mejor de sí, para demostrar no solo la calidad histriónica de todos los que salen, sino la calidad directiva de Mendes como un armador de elementos fílmicos que crean una épica doméstica como esta; tan real, tan devastadora, tan estremeciente, una joya absoluta de la que deberíamos hablar más y más si nos decimos amantes del séptimo arte.
La cinta empieza cuando Frank (DiCaprio) y April (Winslet) se conocen, en 1948 -sé que es mucho despues de Titanic, pero pareciese como un What If de si Jack y Rose sí hubieran podido vivir sus vidas juntos en una realidad vintage como la de esta película sugiere...- La escena cambia, y han pasado unos años, ahora viven en Revolutionary Road, con 2 hijos, se les conoce como Los Wheeler, son una pareja bonita para sus vecinos, tienen una vida estable en medio del sueño americano, pero en el fondo ambos tienen un gran vacío existencial; están agusto uno con el otro, pero la monotonía lo único que parece brindarles es desesperanza... Un día, April encuentra una foto de cuando Frank era marine y había ido a Francia, y recuerda que él le decía que ahí era el lugar donde todo parecía posible; cuando él llega de trabajar, ella le dice que tienen suficiente dinero ahorrado para vivir sin trabajar 6 meses, así que ¿porqué no arriesgarse e irse a vivir a Francia? Ella trabajaría de secretaria gubernamental, y Frank podría concentrarse en realizarse a sí mismo, en lo que sea que se le ocurra para encontrar la plenitud... En primera instancia él no cree en el proyecto, pero ¿cómo no convencerse de tan liberal y conveniente iniciativa? Se deciden a ir allá en octubre, y empiezan a decirle a todos sus conocidos sobre su proyecto; sin embargo son estos los que empiezan a envenenarles con celo y dudas, envidia e indesición... el miedo mismo inundará al proyecto, y más allá de destruirles su nueva esperanza de vida, lo que suceda a partir de ahora dictaminará el destino de su relación y el concepto amoroso que cada uno tiene de sí y del otro.
Enrredosa argumentación, pero Mendes hace de algo tan simple algo tan perfectamente bien construido como es la relación humana y el sinsentido del vivir; los inconvenientes de la estabilidad se tornan un laberinto de odio hacia el mundo y hacia uno mismo, como nunca antes una película sobre una típica familia gringa aburrida podría haber sido realizada.
Completando el cast con los igual de grandiosos Kathy Bates, Kathryn Hahn, David Harbour, Michael Shannon, Ricard Easton, Dylan Baker y Zoe Kazan, en su momento la cinta fue tan bien elogiada que el mismo Shannon tiene una nominación a actor de reparto en los premios de la academia -aunque cada uno de los partícipes igual merecería al menos nominación, pues no hay ningún pero en contra de ninguno de los que aparece en escena.
Ya cerrando la lista de halagos también enalteciendo la muy bien llevada banda sonora por parte de Thomas Newman, la cinta es una absoluta recomendación, un tesoro narrativo inmemorial del que más habríamos de estar hablando en un momento social donde pareciera que la generalidad de la vida en pareja pareciera más una condena que una desición de vida todo ante la constrastante actitud libertaria que se promueve retóricamente pero se somete ante las tradicionalistas tendencias de los grupos cercanos que hacen con esto también del complejo concepto del amor un contendor más de penitencia que realización personal. Basta de reflexiones, vayan a verla -está en Netflix- y estreméscanse con esta maravilla fílmica.












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