Un hito dentro del cine underground, pues en ese submundo Nirvana aún es un indispensable diario, una píldora de cientos de desubicados que encuentran en el alma de Kurt Cobain un consuelo de la vida mísera que es, así que la temática del rey grungero es algo extremadamente explotable, por lo que quien toma la iniciativa y empezó a trabajarla creativamente para cine fue Gus Van Sant, quien decide no hacerla biográficamente correcta sino solo en base a debido al miedo a que Courtney Love lo demandara, así que las inexactitudes y libertades creativas personales del director se ven justificadas en esta premisa.
Con Michael Pitt como Blake, el personaje basado en Cobain, la historia, como lo dice el nombre de la cinta, narra los últimos días del grungero, su depresión, su drogadicción, su inconsolencia, su círculo social, quienes en un limbo cítrico subsisten en el halo místico junkie.
Teniendo pocas secuencias con diálogo y musicalización, la cual queda a cargo del mismo Pitt, la cinta es una joya del cine de culto, un pilar de esa cultura underground y una rockera indispensable, pues sin ser literal cobaineana es el alma y el espíritu del músico y artista, quien a cada día que pasa sigue creciendo en su valor de influencia de la cultura pop.
Recomendable para la comunidad conceptual, artística, rockera, underground, grungera, punk.... no para la gente en general.... Peligro cine de arte en potencia. Expresión de 97 minutos.
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