lunes, 4 de enero de 2021

Babysitter: Killer Queen (2020)

 Si creíamos que la pesadilla de McG de 2017 había terminado, pues no, pues las secuelas en el personaje principal, el pequeño Cole (Judah Lewis) siguen vigentes y debe superar esos traumas que su niñera y su locos amigos le provocaron, y ¿porqué no contar al respecto?

Así que Netflix nos deja ver esta alocada película de terror que cuentan los sucesos posteriores a esa producción de horror pop que la presencia de la bella Samara Weaving puso en lo más visto cuando la película se estrenó. 

En esta ocasión Cole ya está en la prepa y solo encuentra consuelo en su amiga Melanie (Emily Alyn Lind) de quien está enamorado secretamente, dejando espacio entonces para contextualizar un intro muy teen sobre un loser enamorado de su amiga de buenos sentimientos y cuerpo de modelo. Ella lo invita a un viaje en un yate para olvidar sus traumas, pero resultará una trampa que regresará a sus demonios a la vida en busca de la concretización del ritual que en la película anterior no se logró cerrar; solo que estos demonios no cuentan con que a la historia de Cole llegará Phoebe (Jenna Ortega) una nueva estudiante que aleatoriamente y convenientemente está tan loca como el protagonista y le ayudará a superar todos los problemas que se van dando en estas nuevas desventuras.

Contando nuevamente con la participación de Robbie Amell, Bella Thorne, Andrew Bachelor, Hana Mae Lee, Ken Marino, Leslie Bibb y Chris Wylde la historia es tan loca como la anterior usando elementos de la cultura pop que aparecen en cada película adolescente desde los 90´s, mezclado con la comedia que desde la primera parte esta franquicia ya poseía.

Si bien no es la piedra angular de nada, es una película bastante entretenida y ayuda a situar a Weaving como una scream queen de esta época, pero igual ya veremos los años por venir si esto persiste o se mueve a un nuevo género.

La película es recomendable si les gustó la primera parte o si quieren reír con rituales satánicos y resurrecciones sexies muy ad hoc a la estética pop que el director maneja.



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