La cinta podría dividirse en 3 actos, el de la apertura, donde acaba de morir la abuela, a la que la familia (Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff y Milly Shapiro) realmente ni pelaba; talvez con la que se dice que más convivía era con la nena menor, Charlie (Shapiro); el duelo es irrelevante, pero toma peso en el segundo acto, del cual no puedo mencionar tanto, pero es un evento que multiplica el peso del dolor que la abuela jamás hubiera alcanzado, llevando ésto al tercer y último acto, donde todos los demonios son liberados y se va justificando cada acto dentro de la narrativa, los previos al inicio de la cinta y lo que seguirá en el mundo de los partícipes una vez terminada la trama. Sí, está mega esbozado todo, pero no puedo ahondar tanto debido a que les desperdiciaría la magia que la cinta puede tener para cualquier espectador.
La película termina siendo una joya embrujada de la talla de The Lords of Salem o la misma VVitch, no tiene nada que ver con el Exorcista aunque levemente se trate de temas de posesiones, teniendo que aquí es más un contexto familiar como para que el público más alejado del género de cine de brujería más o menos entienda que el final tenga que ver más con la desesperanza que la liberación satánica que termina representando... esbozado, recuerden...
Obviamente es enteramente recomendable, y esperamos que Aster nos siga sorprendiendo en sus próximos proyectos, y no desaparezca siendo un one hit wonder, como tantas veces sucede abandonando ese gigante camino que tienen que recorrer todos los cineastas que le tiran a la gloria de volverse leyendas. Véanla, prepárense, Paimon viene.

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