Basado en la novela de Lionel White "Clean Break", sobre un grupo de maleantes que planean hacer el atraco perfecto a un hipódromo el día que más dinero llegaba, en una de las más imporrtantes carreras de la época, con un plan perfectamente bien elaborado (Ocean´s Eleven ¿estás ahí?), que incluía hasta usar máscaras de payaso para no ser reconocidos (¿Chris Nolan? ¿Joker? ¿Dark Knight?), y un final inesperado (no como Thelma y Louis, uno mejor), la película supera elegantemente al Beso del Asesino, y reafirma la confianza de Harris en el director, quien finalmente empieza a ganarse el lugar tan alto en el cine del que pocos soñarán en poseer en los días por venir.
Con un estilo parecido a la película anterior, pero con la producción acrecentada notablemente, Kubrick hace una película digna para su tiempo, su "debút", y su filmografía. Claro que es recomendable, es una cinta muy buena de su tiempo, del estilo cincuentero, y es básica para los kubrickfíilicos.

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