Jasmine (Cate Blanchett) es una exmillonaria esposa de un embaucador de nombre Hal (Alec Baldwin), pero cuando este es descubierto por sus chanchullos, Jasmine tiene que irse a vivir con su hermana Ginger (Sally Hawkins), quien vive con la cicatriz de que a ella y a su esposo Augie (Andrew Dice Clay), Hal les estafó y les llevó a la ruina económica y marital, ahora Ginger anda con un mecánico macho (Bobby Cannavale), y ambas tienen que lidiar con su respectivos complejos, el de la millonaria a la que nadie merece y el de la jodida sin remedio.
Cate Blanchett, como sabemos, la conocemos de decenas de películas, pero sin duda, es en este personaje cuando más podemos verla lucir, su increíble interpretación, acompañada de la excelente dubla de Hawkins las hacen una de las más memorables parejas femeninas que podamos recordar, pues fuera de que Allen no cayó en sus mismos personajes clitchés de sus más clásicas películas, ellas se llevan la película, sabiéndose apropiar con entereza de los personajes en esta fabulosa trama del director parlanchín.
Sin duda es una de las mejores películas del 2013, y quizás una de las más memorables del director, muy recomendable para el público exigente y para el despistado y no cinéfilo también.
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