Recordemos cómo decía en Elysium de que el director Neil Blomkamp tenía que superarse para no quedarse en el one hit wonder, teniendo que hasta el mismo director comentó que el resultado de su segundo film no le había gustado, por lo que se esmera al máximo y regresa a la lucidez por la que muchos nos volvimos fans en District 9, y aún así la crítica en general lo ha atacado como un paso más en su declive directivo... Yo no lo considero así, y puedo defenderlo desde esta reseña con la línea que este blog ha llevado desde sus comienzos:
Viniendo de la línea de Robocop e Inteligencia Artificial, por no mencionar toda la obra de Isaac Asimov o Philip K Dick, la historia nuevamente nos plantea el dilema de la conciencia robótica, con la voz del fetiche de Blomkamp, Sharlto Copley, agregando al cast a Sigourney Weaver, Hugh Jackman, José Pablo Cantillo, Dev Patel y los Die Antwoord, Yolandi & Ninja, quienes ayudados por Hans Zimmer musicalizan la película adecuándola a la justificación-contexto que estoy por mencionar.
Nuevamente de vuelta a Johannesburgo, la policía ha sido cambiada por robopolicías, sin embargo las mafias cyberhipsterspunk persisten; llevándonos a la historia de Ninja, Yolandi y Ameriko (Cantillo), que le deben dinero a Hippo (Brandon Auret), por lo que andan viendo cómo conseguir x cantidad de millones para no morir, y lo que se les ocurre es capturar al que creó a los robopolicás (Patel) para que los apague mientras ellos roban un carro de seguridad; sin embargo lo secuestran justo al momento en el que Deon, ese creador, había robado una unidad inservible para instalarle un nuevo software de inteligencia artificial con conciencia, por lo que lo dejan con la esperanza de que el robot les ayude en el robo, cosa un tanto inestable debido a que Deon lo hizo comenzar como un niño, y educarlo será más difícil de lo que imaginarían, siendo Yolandi y Deon el lado bueno de su educación y Ninja y Ameriko el lado gangster de su crecimiento; la cinta seguirá el curso obvio hasta que Moore (Jackman) decide desmantelar a los robots por celo profesional contra Deon, y el caos estalla, teniendo guerra de mafias, de robots y crisis filosófica robóticas como climax para el fin de la película.
Ahora, sí, la defensa; sí, el tema mil por ciento visto, cosa que con District 9 no, sin embargo, la manera en la que Blomkamp la cuenta es específica para la generación actual, la generación postgrindhouse, post vhs, post efectos especiales facilitados, postcyberpunk, posmodernista; narrandose para una generación nintendizada que es la que reina en el ultramodernismo que vivimos, y más que adoc con la cinta, teniendo aquí no solo los componentes narrativos y visuales (FX), sino la música, el estilo (la era posthiphop, hasta posthipster), la manera pintada del estilo de los Antwoord y el homenaje a la ciencia ficción clásica, ese que cierra nuestros argumentos hablando de paráfrasis artísticas, mencionando que Kubrick y Spielberg son el renacimiento de los efectos especiales, Blomkamp sería el ultramodernista del género, así como Tarantino lo fue en el género de la violencia, Iñárritu en el cine de arte, Takashi Mike el del horror; aquí entra Blomkamp reestableciendo el mercado para una generación consumista de todo, conocedora de todo y hambrienta de contenido kitsch como parte de su dieta de día tras día...
Por lo que sí, la cinta sí es buena, quizás no es tan revolucionadora como District 9, pero sí supera lo hecho en Elysium, demuestra que no es un one hit wonder, y la vuelve (lo aseguro pese a las otras críticas) un nuevo clásico que las nuevas generaciones usarán de referencia en los años por venir...
Por lo que si usted es un clasisista claro que la repudiará, pero en estas páginas no estamos para clasisísimo, sino para flujo e innovación, y hacia acá hacia donde el arte va, y Chappie cumple todas la expectativas en esto, y no, Chappie no es el nuevo Jar Jar Binks, por si usted es de los que dice eso... pues si usted es uno de estos, claro que no supera Odisea 2001 o tiene la tintura de Interstellar; Chappie es actual, y eso se dice cuando se habla de nuevos clásicos, y en el cine, como partícipe cultural, ese flujo debe notarse, y demostrar en las nuevas historias, la vista y la perspectiva de las generaciones que viven, y Chappie cumple con esta necesidades mencionadas... Así que usted decidirá qué clase de fanático es, pero piense que igual China Town no es el Ciudadano Kane, ni Pulp Fiction es El Beso del Asesino, Chappie es lo que las tendencias marcan y son, y eso es todo.
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