martes, 20 de marzo de 2018

Blue Valentine (2010)

Dirigida por Derek Cianfrance, Blue Valentine -no tiene nada que ver con la canción de Tom Waits- se ha convertido de las películas románticas de culto entre los milenials, siendo quizás la segunda más mencionada en internet luego de 500 Days of Summer, solo que mil por ciento más seria, una tintura estética más compleja y actuaciones lejos en calidad de lo que la favorita de los friendzoneados pudiera tener. Cianfrance logra sacar lo mejor de Ryan Gosling y Michelle Williams y crea una historia de amor más cruenta que esperanzadora; no cae en las pendejadas de 500DOS y denota una generación cuyos corazones van en decadencia, no importa cuánto se aferren al romance, el amor o las tradiciones establecidas, todo marcha en picada y cada día hay más relaciones autodestructivas que dictan el marchar de las relaciones tal como sucede en este valentín azul.
La historia entonces es triste, nos narra cómo Dean Pereira (Gosling) trata de revitalizar el romance que tiene con su esposa Cindy Heller (Williams), la magia se ha perdido, y él cree que yendo a un hotel temático todo puede volver a como era antes de que todo empezara a decaer; estando allá se desatarán flashbacks de cómo el destino les ha llevado hasta donde están... SPOILER NO TAN GRAVE: Las cosas no marcharán muy bien -lo habrán imaginado por la introducción del texto- y la triste historia termina ahí...
Teniendo entonces como principal secuencia la del hotel, es ahí donde Cianfrance, de la mano del cinematógrafo Andrij Parekh, se lucen y logran hacer de la cinta una completa obra maestra en cuanto a poder traducir el sentimiento de los personajes a imágenes en pantalla. La fotografía y el ritmo estructural se vuelven sublimes, la tristeza es contagiosa e innevitable, y todo se cierra con la fantástica química lograda entre los actores protagónicos. La cinta justifica minuto a minuto porqué se ha vuelve ese ícono de culto que menciono, una indiscutible e innevitable en el género amoroso de los días recientes.
Entonces bien, la película claro que es recomendable, y cada buena mención, incluida la nominación de Williams a mejor actriz en los academy awards, es totalmente merecida, y seguramente se conservará como una indispensable en cuanto a estudio del amor dentro del séptimo arte por muchos años por venir.








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