Dirigida por John Carney, la estelarizada por Kiera Knightley, Mark Ruffalo y Adam Levine es una de las del paquete de óscares del 2014 por su nominación a mejor canción, volviéndose, seguramente, una elemental de todos los prospectos musicales y fans de Knightley por su manera tan positiva de mostrar la industria musical, a la cual, obviamente, terminan derrotando por el honor y magnificencia del amor al arte.
La película inicia con una canción de Keira en un barcillo equiz, y quien se para frente a ella al final de su canción es Ruffalo ¡inimaginable! Track 1. La historia se rebobina a la mañana de ese día, el personaje de Ruffalo, Dan Mulligan, despiertea, tarde, se va a recoger a su hija (Hailee Steinfield) al colegio, le dice que le acompoañe al "trabajo", le "despiden", hace una escena en frente de ella, le invita una cerveza, le dice a ella que pague, ella no tiene dinero, le dice que salgan corriendo, hace otra escena, va a dejar a su hija a casa de su exesposa, chupa, toma, vuelve a chupar, y de u lugar a otro termina frente a Gretta (Knightley), a la que imagina ya con arreglos en su canción, y por eso decide producirla. Track 2. La historia de Greta. Ella no era una cualquiera, era novia de Adam Levine interpretando a un personaje musical extremadamente similar a lo que es en la vida real, solo que un evento desafortunado y extremadamente predecible los separa, y la lleva a ella a refugiarse en los brazos de su amigo Steve (James Corden), quien la invita a verlo tocar en el bar del inicio, y ahi le dice que suba a tocar una canción, y Dan la ve. Al final, ella acepta trabajar con él, pero en la compañía les dicen que no puede tocar así como así para ellos, que necesitan un demo -cosa que no tienen-, por lo que deciden grabar el disco completo con presentaciones en la calle, ayudados hasta por el mismísimo CeeLo Green, a quien por cierto se supone que Dan descubrió.
Bonita la película, pero intrascendental; las actuaciones son aceptables, la historia igual, y quizás lo más relevante es el mensaje final de cuando Gretta publica su album en internet, que se vuelve muy adoc a lo que sucede actualmente en la industria de la música, pero sin proponer o ser la piedra angular de nada.
La película sí es recomendable, pero sin esperar ver la máxima joya musical, como lo fue en su momento Whiplash, por ejemplo; pero les hará pasar un agradable rato sin dar para más, pero tampoco sin decepcionar.
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