domingo, 29 de diciembre de 2013

Eraserhead (1977)

Clasificada como surrealismo corrosivo, la ópera prima del director David Lynch bien podría ser la más grande heredera del legado surrealista provenientes de absolutas obras maestras como El Perro Andalúz, con una historia detrás de las cámaras digna de historia fílmica, y una película concretada como un clásico instantaneo, Lynch inicia su carrera en el área de los largometrajes como un director único, sincero, excepcional e inteligente, cuyas carecterísticas sin duda quedarán tatuadas en cada una de sus películas como pocos directores en la historia del cine han logrado crear.
Como obra surreal, una explicación sería zosobra para la pureza de la misma, sin embargo, los simbolismos, las líneas diferidas, las posibilidades, las visiones y los subtextos se tornan la trama o no de la misma generación de linealidad fílmica en el que el personaje principal, Henry Spencer,  interpretado por Jack Nance existe en una sociedad industrializada, tiene un romance, amorío o relación con Mary X (Charlotte Stewart), y tienen un bebé moustrosos, que bien pudiera o no ser un reflejo de la situación de ambos, de su humanidad, de su desacuerdo ante el tedio de su vida diaria monótona y gris, como la selección de las tonalidades de Lynch.
No es una película fácil, por sus posibilidades interpretativas, pero no es una película difícil, en cuanto a sus tonalidades y moustrosidad, pero sin duda si usted es un cinéfilo verdadero, esta es una de las películas indispensables para conocer el quién de uno de los más importantes representantes del séptimo arte, que hayan existido en la historia del arte completo en general.






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