The Witches (2020)

 Un clásico que muchos gozamos en los noventas entraría al paquete de los reboots; sí, uno diría que una obra maestra arruinada más por la avaricia de los productores, pero al ver no solo que era dirigida por Robert Zemeckis, sino tenía entre sus guionistas a Guillermo del Toro nuestra fe regresó a lo alto y parecía que esta sería una de las películas que queríamos ver este 2020; no obstante, las primeras críticas de los fans fueron negativas y uno no se arriesgaría a ir al cine a enfermarse por algún bodrio más de Hollywood; Cuevana no nos decepcionó y la incluyó en su catálogo, y tras verla ya podemos saber si nuestra inasistencia al cine fue correcta o exagerada; ésta es nuestra reseña:

Si bien algo de lo que todos se quejan es el cambio del intro, de pasar de ese macabro cuadro a patos gigantes eso es lo más irrelevante. Nunca leí el libro de Roald Dahl, así que en ese aspecto purista no puedo dar una entera opinión, solo puedo mencionar que sí está más sombrío lo de la película de los 90´s, pero lo de los patos es solo un intro, y es algo que puedo superar... Ahora pasemos al argumento real, a la historia del protagonista (Jahzir Kadeem Bruno) y su abuelita (Octavia Spencer) quienes empiezan a notar la presencia de las brujas cada vez más latente, por lo que deciden ir a un hotel caro con los ahorros de sus vidas para afrontarlas. Ya llegando ahí es relevante el cambio de protagonistas blancos a negros, pues el racismo de recibir en el hotel a una viejita negra y su nieto sí se hace evidente y es un buen detalle a crear en una época donde series como Watchmen o Lovecraft Country utilizan esos conceptos para evidenciar sutilmente como contexto esas discriminación; igual hacerlo en un año codedicado al Black Lives Matters es un buen detalle que no se siente forzado. En fin, ahí ha llegado la reina de las brujas interpretada por Anne Hathaway, y como en el plan original hay que hallar la forma de detenerla antes de que vuelvan a todos los niños del mundo ratones. Como saben, el protagonista se torna en uno y al lado de su amiguito del hotel, Bruno (Codie Lei Eastick) deben cumplir su misión, teniendo conclusiones similares a la película anterior, pero con relevantes diferencias que dan un toque original para diferir en estilos entre esta y esa producción.

Contando entre sus participantes con Stanley Tucci y Chris Rock, la cinta nunca llega a despegar y se mantiene en un contenido exclusivo para niños, que sí halla mucha disminución de seriedad al ser Rock quien la narre, y al tener a Marty la Zebra haciendo esto, uno nunca encuentra el más mínimo brillo como para que el producto destaque. La gente también se queja mucho por los efectos especiales de entre la estética monstruosa de Hathaway en CGI contra el increíble maquillaje de Angelica Houston en la de los noventas, pero eso ya es decisión estilística de Zemeckis, y las carved faces sí puedes ser factor de impacto relevante, pero es el sentido de la cinta lo que puede volver a un monstruo macabro o caricaturezco, y esta cinta deja lo macabro muy por debajo y es lo que no ayuda a destacarse en contra de su predecesora.

Cabe mencionar como curiosidad final a la reseña que esta película a parte no fue exenta del odio virtual, pues fue gravemente acusada de racista por gente con ectrodactyly, una condición de gente que nace con las manos como las tienen las brujas de la película, cosa que no sé si Zemeckis tenía idea que existía, pero ya saben que ahora todos tenemos derecho a sentirnos directamente insultados por todo lo que hagan los líderes de opinión de la cultura pop. No por nada hasta Baby Yoda fue buscado ser cancelado por comerse los huevos de unos extraterrestres en un capítulo del Mandalorian...

Entonces sí nos da gusto no haberla ido a ver al cine, pues hubiera sido un arriesgue muy innecesario, pero igual como contenido dominguero para niños no está mal...