Dirigida por Sam Liu, un constante del cine animado de superhéroes, e interpretado en inglés por Mark Hamill y Kevin Conroy; extraída del original de Alan Moore, y guionizada por Brian Azzarello; además de contar con diblaje del icónico Rubén León acompañado de Héctor Indriago y Gabriela Belén; la versión fílmica animada del clásico de DC Comics es de esos eventos animados importantes posteriores a las exigencias de llevar las películas de las series de nuestra niñez a la pantalla grande... Ya lo vimos con Dragon Ball, ahora sobre todo Cinemex nos da la oportunidad de tener esta controversial pieza en gigante, lista para ser criticada y juzgada como a toda la fanaticada millenium nos gusta tener.
Nombrada "Batman" por tecnicismos, los verdaderos protagonistas aquí son Batichica y El Guasón. La primera, narradora, iniciadora del relato, voz en off y concluidora; dudosa de su existir, de sus razones, cuestionante de su propia moralidad, víctima de los villanos, de causar dolor a su familia, el Comisionado Gordon, y hasta repercudida de la doble batimoral del "protagonista". El Guasón, por otro lado, gran ausente de la primera parte de la historia, se completa y "justifica" con los flashbacks en sepia que parecieran buscar un ¿porqué? a la infinita locura del máximo villano de la marca.
La historia inicia con la persecusión de un ladroncillo equiz; altanero, sobrino de un mafioso mayor, busca pleitos, machista insitador de Batichica. Batman le dice a su socia que deje de seguirle, lo que les lleva a tener sexo -sí, medio injustificado, razón inicial de la controversia de la fanaticada purista que solo quiere ver a Batman ¿con Robin?-. Ella atrapa al maloso, y todo parece seguir su curso regular...
Acto 2. Batman va a visitar al Guasón, y éste fue remplazado por un nadie en el manicomio; el villano ha partido, y su visita es a Barbara aka Batichica, a quien, con sus acciones, cambiará la vida por siempre -no sé si mencionar al Oráculo sea spoilerear la trama, pero bueno, es una historia muy conocida-; todo para guiar a Batman a una trampa ¿mortal? que más que venganza parece una aventura más de los dos némesis que tantas veces hemos visto combatir.
Iniciando con un estilo muy Spawn de HBO, y a la altura del que para mí es la mejor película de Batman animado, La Máscara del Fantasma, la trama va forzándose demasiado con la sugerencias -pues no son explícitas- de escena de sexo Batman-Batichica y Guasón - Batichica, hasta llegar a un, para mí, pésimo final, totalmente contrario a lo que Batman es -no menciono para que ustedes se decepcionen por sí solos-, que hace que todo lo logrado en las primeras secuencias se vengan para abajo, y justifiquen porqué la historia debió de haber ido directamente a DVD y VOD en vez de hacer tanto alarde a este que resultó un fenómeno popular cinematográfico destacado en los años recientes.
La cinta entonces es recomendable para los máximos fans de la serie, los lectores del cómic original -entre los que no me encuentro yo, pues aunque sí soy fan de las historietas, no he tenido la oportunidad de leerlo... quizás después la opinión cambiaría, y más conociendo el impecable trabajo tanto de Moore como de Azzarello- y para los curiosones, como yo, que en un momento dado no sepan qué ver y sin querer se encuentren con la cinta. A los demás se les advierte que la controversia es exagerada, y pareciera truco publicitario, pues si no la vieran, como tantas películas DC animadas que no hemos visto, no pasa nada, y la vida seguiría como si nada sin afectar su status de cinéfilo. Por lo que al final usted tendrá la última palabra y la decisión de amor u odio la decidirá usted como cierre de la crítica, como siempre debiera de ocurrir.
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