martes, 19 de junio de 2018

They Live (1988)

Como diría Zizek, uno de los más grandes clásicos olvidados de la ciencia ficción, es la entrada en escena del exluchador Rowdy Roddy Piper, a quien la leyenda John Carpenter recluta para contar la historia que pudo inspirar distopías revolucionarias como V for Vendetta o Matrix, pudo prever nuestra realidad presente treinta años antes, mezclando las teorías de los bodysnatchers con las de 1984, ligando cada instancia de la conspiranoia actual en una cinta que en ocasiones se torna aparentemente violenta a grados ilógicos, en ocasiones la base de una filosofía izquierdista lista para el siglo XXI como pocas veces se dió. La maltraducida como Sobreviven, y mejor doblada como Ellos Viven -por la pinta They Live We Sleep que pasa en una escena- es una joya exótica que debería mostrarse y apreciarse más en una realidad tan perversa como la actual en busca de una liberación social ante la incongruencia política global.
Obsérvenlo así, los simbolismos carpentereanos son tan obvios que el personaje principal se llama Nada -sí, y no es un nombre al azar, el Nada puede encarnar a cualquier individuo en el protagonista de la historia; el protagonista eres tú- y su mejor amigo es Frank Armitage, sobrenombre que Carpenter utiliza para el guión... Diciendo que Ese Nadie despertó a Armitage y le hizo crear esta historia/manifiesto.
En fin, Nada, interpretado por Piper, es un sin casa que cree en el sueño americano, es un trabajador que cree en el esfuerzo y en la retribución justa; sin embargo, un día entra a trabajar a una construcción, y ahí conoce a Frank (Keith David), quien, al verle sin techo, le invita a ir a dormir en un albergue donde él se queda... Ahí Nada ve sospechosa la actividad que sucede en una capilla, tipos que están haciendo lentes y pasando mensajes anarquistas por tv hackeando la señal; él les cree locos; sin embargo su punto de vista va cambiando luego de una redada policial donde aparentemente les dan baja a todos. Nada rescata la caja de lentes, y decide quedarse con un par; se los pone y el mundo cambia; ve la realidad tal cual es, la publicidad, los medios, y cualquier elementos cotidiano está inundado con mensajes fascistas y de sometimiento que mantienen a la sociedad conformista y sumisa; algunas personas incluso lucen un horrendo rostro extraterrestre. Nada se altera, pelea con unos policías aliens, les roba sus armas, y de pronto ya es un asesino loco que entra a un banco a matar a los que ve aliens desde sus lentes. -si segumos la lógica de la cinta, 50% de los presentes no lo ve matando aliens, lo ve matando civiles azarosamente; es un loco, un enfermo, un psicópata ¿y cuántos así no han existido? gente que entra a un lugar matando con una causa que solo él entiende- Obvio luego de esto toda la policía le sigue enardecidamente. Él se sube al auto de una chica (Meg Foster) bajo amenazas y la obliga a sacarle de la zona en conflicto para ponerle a salvo; no obstante, ya en casa de ella, ella se defiende y le va peor que lo que talvez los extraterrestres hubieras podido hacerle... Ahora debe regresar con su amigo Frank a pedirle ayuda y a persuadirlo de la realidad que ahora percibe, pero Frank se resistirá a despertar, como cualquier personaje de Matrix se resistiría a perder el confort y la estabilidad que la sociedad bajo control proyecta.
Incluyendo una escena de pelea de aprox 10 minutos, la cinta se ve ochentera a todo lo que da, se pasa por los huevos cualquier lógica colateral que pudiera darse, y claramente crea al personaje como competencia o inspiración de personajes como los de Die Hard, Lethal Weapon o hasta Escape from New York, sin embargo el simbolismo y el discurso mencionado sobresale por entre todas las mencionadas llevándolos a una trama distópica que ya quisiera la mayoría de las distopías del cine actual tener, puesto que hoy en día con tener aventura y efectos especiales ya puede ser un exitoso blockbuster de historias postapocalípticas. Ésta, con un estilo más Soylent Green engendra un terror existencial anarquista que ya quisiera poder sentir un porcentaje cada vez menor de la sociedad.
Sí, la cinta tiene una que otra incongruencia temporal narrativa, pero todo se enmienda con el diálogo filosófico que la cinta es per se. Ojalá haya servido a despertar a las audiencias en su momento, ojalá sirva para las generaciones actuales, sometidas a un mundo cínico y racista que ya no importa cuán destructivo sea será difícil lograr sacar a la gente de su estado de conformidad en el que viven ahora.
La película es altamente recomendable y ya veremos si tras verlo, la manera de ver el mundo continúa igual o es revolucionada para ver el verdadero mundo en el que habita.










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