viernes, 23 de octubre de 2015

Wes Craven (1939-2015)

CRAVEN: MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD DEL HORROR




Si bien de Wes Craven se puede hablar desde The Hills have Eyes, realmente es hasta Nightmare on Elm Street cuando el mito craveneano nació, ¿y cuál fue su relevancia? la modernidad en el cine de horror.
Del género podemos abordar desde el nacimiento del cine, teniendo a Nosferatu de Murnau, a Caligari de Wiene y L´Inferno de Liguoro, fácilmente catalogables como el cine de horror temprano, seguido por Drácula y Freaks de Browning, Frankenstein de Whale, entre otros como el cine de horror clásico y son dos películas a las que podríamos mencionar como la modernidad del género, Friday the 13th de Cunningham y la que nos lleva a nuestro tópico, Nightmare on Elm Street; dejo fuera a tantos otros clásicos donde hasta el Exorcista de Friedkin y El Resplandor de Kubrick se encuentran, solo para reducir parámetros e irme a lo más conocido, lo más mainstream, y lo más enfocable; obvio en la modernidad también están clasiquísimos como Texas Chainsaw Massacre y Halloween, pero a grandes rasgos quizás después haya espacio para platicar.
¿Porqué La Pesadilla de Viernes 13 es lo más analizable en ésta ocasión? Por un lado, sabemos que Leatherface fue antes de Jason, pero la popularidad de uno ante otro fue más notable los siguientes quince años, dejando al original slasher más en el terreno del cine de culto y los verdaderos fans del horror; mientras que Jason, por otro lado, se vuelve la leyenda del momento, tal vez gracias a que todos temíamos portarnos mal en un campamento, sexosa o curiosamente , tal vez por infinita casualidad, que, adentrarnos nos alejará aún más del tema en el que nos encontramos, y ese tema es el hoy difunto Master of Horror: Wes Craven.
Entonces llegamos a  la traducida Calle del Infierno, que igual empieza desde el enfoque teen castigable que Viernes 13 maneja, pero con un enfoque más lógico en cuanto a la inmortalidad del slasher en turno, la surrealidad de las pesadillas.
Freddy es castigado por sus manías en vida al meterse con los hijos de padres de familia no menos maníacos que él, por un fuego asesino que le marcará el resto de su muerte; De una u otra manera Freddy puede volver y vengarse de sus catigadores, pero ésta vendetta nunca terminará, volviéndole el único asesino realmente inasesinable, gracias a que en realidad no existe, y subsiste en los sueños de las víctimas de la serie, a las cuales irá acabando, no obstante el truco que se les ocurra para destruirle.
Craven, contrario a Cunningham, crea un personaje horrorso desde su primera presentación, pútrido y asesino, pesadillable absolutamente; y todo aún con la desventaja de haber cedido tontamente los derechos y no poder darle la digna continuidad que nos hubiera querido que la saga tuviera... En las continuaciones de la Pesadilla, de lo original solo nos quedó Robert Englund (Freddy), yendo hacia una trama quasi-x-men, donde los nuevos protagonistas mezclan entre poderes mutantes como la telequinesis y telepatía, hasta un chafón roce con la posibilidad de poder de Alicia en el País de las Maravillas...
Craven se pierde entre irrelevantes proyectos por un tiempo, pero con el crecimiento en fama de NOES (Nightmare on Elm St), su nombre ya era una parada obligada en el cine de horror contemporáneo, pues no importara quien dirigiera las siguientes partes de la saga, era a Craven a quien todos agradecían por tan importante creación para el género; así que los productores, en su inmaculada beneficencia, hacen las paces con el director, y un nuevo proyecto para la franquicia nace: La Pesadilla de Wes Craven.
La modernidad cambia, y sin duda, el extraer un concepto hacia otro concepto hasta warholeano parece; pero ¿cómo trascender un fenómeno pop hacia nuevas maneras? Posmodernidad.
La Pesadilla de Craven ahora narra las vidas de los actores de la cinta original tras el titánico éxito, todo enfocado hacia la antes protagonista Heather Langenkamp, quien vive un extraño periódo "post traumático" tras el "despertar de la creatura". No es poco conocido que entre finales de los 80´s y principios de los 90´s, luego de los grandes éxitos de horror como El Exorcista o Poltergeist, se inició el mito de que tanto a los actores como al personal de producción, fenómenos paranormales comenzaron a ocurrirles, teniendo entre éstos la muerte de la pequeña Heather O´Rourke, muerte adjudicada al hecho de que la producción de Poltergeist usó cadáveres reales para algunas escenas, despertando la ira de los muertos y dejando una maldición en los responsables de semejante profanación. Craven parece colgarse de éstos eventos y "maldice" a su equipo original que ahora afrontará a un Freddy de la vida real en uno de los más bizarros proyectos que se hayan visto en el cine de horror.
La experimentación en éste género, en efecto, siempre ha sido un elemento prioritario, pues sin éstos jamás hubiéramos tenido sombras vivientes (Nosferatu) o gore (Blood Feast), pero la manera en la que Craven la usa, se encamina a un estilo no visto antes mínimo en ésta área del séptimo arte; experimentación que trasciende y encuentra su cumbre en Scream, y continúa hasta la menospreciada Scream 4.
En 1996 uno de los más grandes éxitos en taquilla fue el slasher craveneano Scream, que, en medio de una generación pop post generación X consumían cuanto los medios le ofrecían, llenando estadios tanto en rock como en pop; las fiestas y la popularidad se volvían las metas en la vida de los adolescentes, y en una era donde Tarantino había revolucionado la manera de hacer cine, el horror no se podía quedar atrás.
El éxito de Scream sí, radica en el contexto que le toca vivir, pero la manera en la que Craven la aborda, con conocimiento de todos los nuevos y antiguos clásicos del género que ya existían, genera un universo más empatizable con el público. Los personajes ya no hablaban de moustros del espacio exterior o asesinos en serie sin nombre, los diálogos incluían a Freddy y a Mike Myers, y todo estaba basado en la premisa de que las películas de horror vuelven a los jóvenes psicópatas, cosa mencionada en una escena donde uno de los personajes dice -"el cine de horror no nos hizo asesinos, solo nos da ideas"- ¿Quién diría que en los años por venir parte de esto se volvería realidad tras la ola de asesinatos estudiantiles comenzada en Colombine?
Scream se vuelve la posmodernidad del cine de horror, viniendo de la línea directa de la Pesadilla de Wes Craven; obviamente es un super éxito comparable con lo que en su momento fueron Viernes 13 y NOES. La franquicia se inicia, redimiendo el error de NOES y dejando la tutela de la serie entera a Craven, y a la vez una ola de nuevas cintas dentro del género y estilo comienza con películas como Sé lo que hicieron el verano pasado y hasta la satírica Scary Movie.
Originalmente se planea que la saga sea una trilogía, algo que a cada cinta degrada el proyecto, pues la magia en nada dura para siempre; y si hasta Coppola degradó al Padrino en su tercera parte ¿cómo no pasaría más rápidamente ésto desde Scream 2? La saga acabó con más pena que gloria pero el legado quedó.
Craven hizo algunos proyectos relativamente irrelevantes después de esto hasta llegar al cierre de su carrera en 2011, cuando se anuncio una cuarta parte para Scream con la intención de hacer una nueva trilogía, proyecto inclusive respaldado por los estelares de la original (Neve Campbell, Courtney Cox & David Arquette), pero ni de cerca tuvo la aceptación o furor de la original, por lo que la nueva trilogía se abandonó y el proyecto de degradó nuevamente pero ahora hasta un punto insalvable a cargo de los hacemierda de Mtv...
¿Entonces Craven cierra con mediocridad? No. Pese a esa subestimación para la cinta, Scream 4 rescata muchísimo de lo que la primera parte inició, pues primeramente continúa la tradición del retomamiento de grandes clásicos de horror, y lo que más destaca es la continuación del subtrama de la cinta que sale dentro de la cinta Stab, que narra las versiones hollywoodizadas de todo lo que le pasó a los protagonistas dentro de la saga. Sí, Stab inicia desde Scream 2, pero ya para Scream 4 Stab se vuelve una franquicia entera, dando un inicio inolvidable a la cuarta entrega, donde todo pasa dentro de una película de una película de una película de una película... hasta llegar a la realidad con nuestros favoritos personajes... El último elemento genial en Scream 4 es el descubrimiento de Emma Roberts como la heredera del legado de Ghostface, ya de ahí pasa a American Horror Story y luego a Scream Queens, teniéndola a ella como la principal postulante a ser LA gran Scream Queen de las generaciones por venir.
Wes Craven podría considerarse como uno de los máximos directores de horror que la historia haya conocido; revolucionó el género, e hizo de él lo que gente como Tarantino ha hecho en el cine en general -excepto el terror- Craven es un mente brillante para el género, inspiró a decenas de directores de los años siguientes, y seguramente lo seguirá haciendo hasta las generaciones aún por nacer.

Larga vida a WES CRAVEN (1939-2015)

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