CRAVEN: MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD DEL HORROR
Si bien de Wes Craven se puede hablar desde The Hills have
Eyes, realmente es hasta Nightmare on Elm Street cuando el mito craveneano
nació, ¿y cuál fue su relevancia? la modernidad en el cine de horror.
Del género podemos abordar desde el nacimiento del cine,
teniendo a Nosferatu de Murnau, a Caligari de Wiene y L´Inferno de Liguoro,
fácilmente catalogables como el cine de horror temprano, seguido por Drácula y
Freaks de Browning, Frankenstein de Whale, entre otros como el cine de horror
clásico y son dos películas a las que podríamos mencionar como la modernidad
del género, Friday the 13th de Cunningham y la que nos lleva a nuestro tópico,
Nightmare on Elm Street; dejo fuera a tantos otros clásicos donde hasta el
Exorcista de Friedkin y El Resplandor de Kubrick se encuentran, solo para
reducir parámetros e irme a lo más conocido, lo más mainstream, y lo más
enfocable; obvio en la modernidad también están clasiquísimos como Texas
Chainsaw Massacre y Halloween, pero a grandes rasgos quizás después haya
espacio para platicar.
¿Porqué La Pesadilla de Viernes 13 es lo más analizable en
ésta ocasión? Por un lado, sabemos que Leatherface fue antes de Jason, pero la
popularidad de uno ante otro fue más notable los siguientes quince años,
dejando al original slasher más en el terreno del cine de culto y los
verdaderos fans del horror; mientras que Jason, por otro lado, se vuelve la
leyenda del momento, tal vez gracias a que todos temíamos portarnos mal en un
campamento, sexosa o curiosamente , tal vez por infinita casualidad, que,
adentrarnos nos alejará aún más del tema en el que nos encontramos, y ese tema
es el hoy difunto Master of Horror: Wes Craven.
Entonces llegamos a la traducida Calle del Infierno, que igual empieza
desde el enfoque teen castigable que Viernes 13 maneja, pero con un enfoque más
lógico en cuanto a la inmortalidad del slasher en turno, la surrealidad de las
pesadillas.
Freddy es castigado por sus manías en vida al meterse con
los hijos de padres de familia no menos maníacos que él, por un fuego asesino
que le marcará el resto de su muerte; De una u otra manera Freddy puede volver
y vengarse de sus catigadores, pero ésta vendetta nunca terminará, volviéndole
el único asesino realmente inasesinable, gracias a que en realidad no existe, y
subsiste en los sueños de las víctimas de la serie, a las cuales irá acabando,
no obstante el truco que se les ocurra para destruirle.
Craven, contrario a Cunningham, crea un personaje horrorso
desde su primera presentación, pútrido y asesino, pesadillable absolutamente; y
todo aún con la desventaja de haber cedido tontamente los derechos y no poder
darle la digna continuidad que nos hubiera querido que la saga tuviera... En
las continuaciones de la Pesadilla, de lo original solo nos quedó Robert
Englund (Freddy), yendo hacia una trama quasi-x-men, donde los nuevos
protagonistas mezclan entre poderes mutantes como la telequinesis y telepatía,
hasta un chafón roce con la posibilidad de poder de Alicia en el País de las
Maravillas...
Craven se pierde entre irrelevantes proyectos por un tiempo,
pero con el crecimiento en fama de NOES (Nightmare on Elm St), su nombre ya era
una parada obligada en el cine de horror contemporáneo, pues no importara quien
dirigiera las siguientes partes de la saga, era a Craven a quien todos
agradecían por tan importante creación para el género; así que los productores,
en su inmaculada beneficencia, hacen las paces con el director, y un nuevo
proyecto para la franquicia nace: La Pesadilla de Wes Craven.
La modernidad cambia, y sin duda, el extraer un concepto
hacia otro concepto hasta warholeano parece; pero ¿cómo trascender un fenómeno
pop hacia nuevas maneras? Posmodernidad.
La Pesadilla de Craven ahora narra las vidas de los actores
de la cinta original tras el titánico éxito, todo enfocado hacia la antes
protagonista Heather Langenkamp, quien vive un extraño periódo "post
traumático" tras el "despertar de la creatura". No es poco
conocido que entre finales de los 80´s y principios de los 90´s, luego de los
grandes éxitos de horror como El Exorcista o Poltergeist, se inició el mito de
que tanto a los actores como al personal de producción, fenómenos paranormales
comenzaron a ocurrirles, teniendo entre éstos la muerte de la pequeña Heather O´Rourke,
muerte adjudicada al hecho de que la producción de Poltergeist usó cadáveres
reales para algunas escenas, despertando la ira de los muertos y dejando una
maldición en los responsables de semejante profanación. Craven parece colgarse
de éstos eventos y "maldice" a su equipo original que ahora afrontará
a un Freddy de la vida real en uno de los más bizarros proyectos que se hayan
visto en el cine de horror.
La experimentación en éste género, en efecto, siempre ha
sido un elemento prioritario, pues sin éstos jamás hubiéramos tenido sombras
vivientes (Nosferatu) o gore (Blood Feast), pero la manera en la que Craven la
usa, se encamina a un estilo no visto antes mínimo en ésta área del séptimo
arte; experimentación que trasciende y encuentra su cumbre en Scream, y
continúa hasta la menospreciada Scream 4.
En 1996 uno de los más grandes éxitos en taquilla fue el
slasher craveneano Scream, que, en medio de una generación pop post generación
X consumían cuanto los medios le ofrecían, llenando estadios tanto en rock como
en pop; las fiestas y la popularidad se volvían las metas en la vida de los
adolescentes, y en una era donde Tarantino había revolucionado la manera de
hacer cine, el horror no se podía quedar atrás.
El éxito de Scream sí, radica en el contexto que le toca
vivir, pero la manera en la que Craven la aborda, con conocimiento de todos los
nuevos y antiguos clásicos del género que ya existían, genera un universo más
empatizable con el público. Los personajes ya no hablaban de moustros del
espacio exterior o asesinos en serie sin nombre, los diálogos incluían a Freddy
y a Mike Myers, y todo estaba basado en la premisa de que las películas de
horror vuelven a los jóvenes psicópatas, cosa mencionada en una escena donde
uno de los personajes dice -"el cine de horror no nos hizo asesinos, solo
nos da ideas"- ¿Quién diría que en los años por venir parte de esto se
volvería realidad tras la ola de asesinatos estudiantiles comenzada en
Colombine?
Scream se vuelve la posmodernidad del cine de horror, viniendo
de la línea directa de la Pesadilla de Wes Craven; obviamente es un super éxito
comparable con lo que en su momento fueron Viernes 13 y NOES. La franquicia se
inicia, redimiendo el error de NOES y dejando la tutela de la serie entera a
Craven, y a la vez una ola de nuevas cintas dentro del género y estilo comienza
con películas como Sé lo que hicieron el verano pasado y hasta la satírica
Scary Movie.
Originalmente se planea que la saga sea una trilogía, algo
que a cada cinta degrada el proyecto, pues la magia en nada dura para siempre;
y si hasta Coppola degradó al Padrino en su tercera parte ¿cómo no pasaría más
rápidamente ésto desde Scream 2? La saga acabó con más pena que gloria pero el
legado quedó.
Craven hizo algunos proyectos relativamente irrelevantes
después de esto hasta llegar al cierre de su carrera en 2011, cuando se anuncio
una cuarta parte para Scream con la intención de hacer una nueva trilogía,
proyecto inclusive respaldado por los estelares de la original (Neve Campbell,
Courtney Cox & David Arquette), pero ni de cerca tuvo la aceptación o furor
de la original, por lo que la nueva trilogía se abandonó y el proyecto de
degradó nuevamente pero ahora hasta un punto insalvable a cargo de los
hacemierda de Mtv...
¿Entonces Craven cierra con mediocridad? No. Pese a esa
subestimación para la cinta, Scream 4 rescata muchísimo de lo que la primera
parte inició, pues primeramente continúa la tradición del retomamiento de grandes
clásicos de horror, y lo que más destaca es la continuación del subtrama de la
cinta que sale dentro de la cinta Stab, que narra las versiones hollywoodizadas
de todo lo que le pasó a los protagonistas dentro de la saga. Sí, Stab inicia
desde Scream 2, pero ya para Scream 4 Stab se vuelve una franquicia entera,
dando un inicio inolvidable a la cuarta entrega, donde todo pasa dentro de una
película de una película de una película de una película... hasta llegar a la
realidad con nuestros favoritos personajes... El último elemento genial en
Scream 4 es el descubrimiento de Emma Roberts como la heredera del legado de
Ghostface, ya de ahí pasa a American Horror Story y luego a Scream Queens,
teniéndola a ella como la principal postulante a ser LA gran Scream Queen de
las generaciones por venir.
Wes Craven podría considerarse como uno de los máximos
directores de horror que la historia haya conocido; revolucionó el género, e
hizo de él lo que gente como Tarantino ha hecho en el cine en general -excepto
el terror- Craven es un mente brillante para el género, inspiró a decenas de
directores de los años siguientes, y seguramente lo seguirá haciendo hasta las
generaciones aún por nacer.
Larga vida a WES CRAVEN (1939-2015)
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