Dirigida por Lee Tamahori y como una promesa de biopic de acción, la película se presenta a sí misma un tanto pretenciosa en ocasiones y redundante, sin embargo al enfocarse al hecho que el príncipe malvado y el mendigo situacionado son el mismo Dominic Cooper, la perspectiva comienza a cambiar, se deja de lado el área gris, y enfatizando el ya conocido énfasis que Tamahori parece haber enfocado, la posibilidad de que Cooper haga dos personajes y sobresalir más allá del viciado guión que habla de la verdadera historia del grotesco y caligulezco Uday Hussein.
Siguiendo una tradición dictatorial (Hitler, Stalin, el mismo Sadam Hussein), el pequeño Uday, un junior árabe pedante, elige a su excompañero de escuela Latif para volverse su doble, facilitando con ésto su vida y resguardando su seguridad; sin embargo Latif rechaza la oferta, por lo que Uday tiene que convencerle con base a amenazas y tortura, volviéndose al fin ese mencionado en el título "doble del diablo", que ya estando en el círculo de Uday va viviendo la deshumanización en movimiento que el principito significa; sin embargo no todo es negatividad en su nuevo trabajo, pues enamora a una de las novias de Uday, Sarrab (Ludivine Quast), volviéndose ella su cómplice en su constante oposición a las actitudes del junior ¿pero es de confiar? ¿en quién puede confiar Dominic Cooper para derrocar a Dominic Cooper?
Así que: Sí, el hecho de representar a dos personajes tan distintos es de aplaudirse para el trabajo de Cooper, y sobre todo para la serie de cintas en las que ha salido, donde de personaje secundario no pasa; sin embargo, y pese a lo destacado, el guión es un tanto inconstante y no llega a empatizar, rozando con lo domingueable y lo prescindible... No obstante si usted llega a verle en la tele ¿porqué no? ¿porqué no verla? No esperando ver el ángulo nuevo hacia el nuevo cine de acción o el nuevo cine de biopic, pero para entretenerse un rato, y ¿porqué no? hasta contagiarse un poco de ese mood subcontextual que la película tiene de sentido antimusulmánico, antimediooriente, sobre todo contra sus políticas pútridas donde mezclan religiones extremistas con gobiernos enfermos; la cinta es recomendable con esos parámetros, ahora usted será el gatillo en su control para elegir si ver o no ver.
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