Estelarizada por John Cusack, interpretando a un titiritero perdedor, la cinta nos narra cómo en su fracaso artístico éste tiene que buscar un empleo "real" encontrándolo en un raro edificio en el piso 7 1/2, condición justificada del piso con una historia de un millonario y una enana, pero que después se revela que fue solo para ahorrar en la renta... como sea, Craig (Cusack), ya estando laborando ahí, se enamora de su compañera de trabajo, interpretada por Catherine Keener, no obstante, Craig está casado con una afeada Cameron Díaz, que se dedica a la veterinaria y a la adopción de diferentes animales que conserva en el depto de ambos... Él tratará de ligarse a la compañera, pero su mediocridad trasciende su desempleo, teniendo como único éxito en su traición el hecho de encontrar una puerta que da a un tunel que te permite ingresar al cuerpo del actor John Malkovich, interpretado por el actor John Malkovich, a lo que se les ocurre vender boletos para que la gente puede vivir unos minutos dentro del actor... situación que, sin spoilear, se sale increíblemente de control, volviendo una aventura de trío amoroso una experiencia metafísica, surrealista, cómica e irónica a cada instante que avanza la película.
Y ya habiendo completando la gran faltante, claro que me doy de topes de no haberla visto antes -sabía que pasaría pues había ya leído sobre la cinta, y sabía que era una de las indispensables- Ahora es el turno de usted, querido lector, que si no ha visto la película no tome este texto como una reseña sino un mensaje de urgencia llamándole a completar esta importante pieza de rompecabezas que su cinefilia clama por utilizarle y llenar el hueco que no sabía que realmente existía, y que comprenderá una vez haya gozado de la cinta y entienda todo de lo que estoy hablando. Ande, corra, está en HBO Go, y si no tiene HBO, no sea huevón y googlee, seguro la encontrará.
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