Jigsaw (2017)

Sí, ya nos habían dicho que Saw 7 era la última, nos la anunciaron como el gran final, la entrega conclusiva... pero el dinero es dinero, y ya sabemos cómo la codicia mueve a hollywood, y si ya pudiste explotar un producto 100 veces ¿porqué no exprimir sus cenizas 100 veces más?
Saw surgió como un proyecto interesante que supo explotarse a la perfección las primeras tres entregas, luego se recreó para las 4 películas finales, teniendo un final imperfecto, pero un tanto sólido; dejó un legado fílmico gore que se ha repetido varias veces en los años posteriores ¿entonces porqué restregárnoslo nuevamente? Cuando se anunció esta nueva película al menos no se llamó Saw 8, sino Jigsaw, entonces sí respetaron la otra saga ¿o no? luego salió la serie de pósters de donación de sange, donde parecía que salían los actores que estarían en problemas, pero que terminan teniendo nada que ver ni con la película, ni con su estética, ni con donación de sangre; el proyecto era misterioso y su totalidad un desconocimiento absoluto... la cinta ya se estrenó, ya se vio, y estos son los resultados, el juicio al enjuiciador:
La cinta inicia con el poster penúltimo, la secuencia nos lleva a conocer a las víctimas, donde no sale ninguno de los de los pósters de donación de sangre, y la única conocida es la que parecía perdida Supergirl aka Laura Vandervoort; con ella hay cuatro tipos que sufrirán a su lado los jueguitos de Jigsaw. Mientras tanto se ve cómo unos detectives (Callum Keith Rennie & Clé Bennett) van siguiendo las pistas de los asesinatos auxiliados por un par de forenses (Matt Passmore & Hanna Emily Anderson); el misterio se irá acumulando por saber quién es el nuevo jigsaw hasta llegar a un momento desconcertante que burdamente se justifica posteriormente, y termina siendo lo que se esperaba sería un genérico malhecho que retoma solo la pedazería restante de lo mejor de la saga.
Sin hacer realmente mención relevante a la saga original, pero irrespetando el final de la séptima, la película baja totalmente de categoría a la franquicia situándola como solo una más del montón B para ver entre semana, transformándola en un producto irrelevante y prescindible.
La película más que nada es recomendable para curiosos insaciables; pero si usted cree que es tiempo de conocer finalmente la saga, mejor absténgase, vea las anteriores e ignore el producto pirata que los directores, los hermanos Spierig malformaron.