Una más de la lista de lo mejor del 14´:
Elogiada primeramente como uno de los mejores guiones no producidos allá en los años 12, solo para después tener ese primer vistazo en el cortometraje con Johnny Simmons y JK Simmons, y finalmente ver la luz en largometraje por su mismo creador Damien Chazelle, la cinta que causa miles de aplausos en las redes sociales y que la distribución internacional nuevamente se ha encargado de negar o simplemente alentar para tantos cinéfilos no gringos o europeos primermundistas, el tráfico ilegal en internet nos ha permitido gozar, y gracias a las redes cinéfilas del submundo finalmente pudimos corroborar cuán buena verdaderamente es, y sentirnos satisfechos con el hecho de saber que no es un sobrevalúo más de los críticos especializados, y en efecto es una joya en el cine del año pasado, de los musicales, de drama y seguro la pieza clave para quienes terminan siendo los protagonistas del film, el mismo JK Simmons y Miles Teller supliendo a Johnny Simmons.
Sobre el chavo Neyman (Teller), quien entra a la mejor universidad de música en el área de batería, y es seleccionado por el profesor Fletcher (JKS) para formar parte de su orquesta de jazz elite, pero el estar ahí es más difícil de lo que solo tener talento parecería, pues Fletcher como ogro hace la vida de Neyman imposible, teniendo que pese al esfuerzo que el alumno haga pareciese nunca estará a la altura del maestro, quien pasa de héroe a villano, de villano a antihéroe, de alma en pena a máxima maldad, teniendo que JKS es, sin dudarlo, uno de los mejores actores del 2014, por no mencionar la creíble actuación de Teller que finalmente logra tener credibilidad, tras sus primeras películas (Divergente, Proyecto X), y hacen del proyecto de Chazelle una obra maestra del cine musical, a tal grado de podersele comparar en composición con la maravillosidad de lo que Antonio Sánchez hizo en Birdman...
¿Qué nos deja Whiplash? 1. Un musical puede ser bueno, 2. Si hubiera que musicalizar de alguna manera la transición 2014-2015 temporada de premios, sin duda la batería es lo que construirá el cine como referencia actual, mil disculpas para nuestro favorito Han Zimmer, pero entre Antonio Sánchez y Justin Hurwitz, con sus deleitantes Whiplash y Caravan (temas principales de la película), la elegancia de las pistas sonoras ha tomado una nueva forma, y esa forma les pertenece a ellos...
Cerrando la reseña, Whiplash es una magnífica pieza cinematográfica que nos recuerda que en este mundo de la admiración artística no solo somos cinéfilos, sino que más allá de nuestra cinefilia, siempre persistirá un amor más natural es la melomanía, la cual, esta cinta nos recalca y nos la estrella en la cara ensangrentando nuestros bombos de nuestros pasos y teniendo la rítimca 400 perfecta de Fletcher como himno de la tensión de la superación existencialista que todos hemos de tener alguna vez en la vida. ¡Extremadamente recomendable!!
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