domingo, 7 de agosto de 2016

Four Rooms (1995)

Proyecto alternativo de A Band Apart, del que su logo logra despegarse Mr Orange e independizarse, haciendo del genial Tim Roth cuatro aventuras como el botones Ted, todas ocurridas la noche de año viejo en el mismo hotel, cada una en un cuarto diferente dirigida por un director diferente.
En la suit matrimonial, el capítulo del Ingrediente Faltante, dirigido por Allison Anders, un grupo de brujas que incluyen a Madonna, Valeria Gorino, Alicia Witt, Sammi Davis, Lili Taylor, Ione Skye y Amanda de Cadenet, buscan revivir a su mentora, pero para lograrlo les hace falta semen, por lo que Ted será "víctima" de estas sedientas hechizadas... Más tarde, Ted recibe una llamada del cuarto 404, donde necesitan hielos para una fiesta, pero el botones se equivoca y llega al escenario dirigido por Alexandre Rockwell, donde un hombre llamado Sigfried (David Proval) tiene amarrada a su mujer (Jennifer Beals); Ted entra en el enredo psicosexual en el que se hallan, encontrándose culpable de acostarse con uno o con otro... La noche parece calmarse, pero ahora Ted es encargado de cuidar a los hijos de un mafioso latino (Antonio Banderas), quien quiere desligarse de sus niños (Lana McKissack & Danny Verduzco), e irse con su esposa (Tamlyn Tomita) a la fiesta de año nuevo ellos dos solos, la tarea fácil de la habitación 309 (dirigido por Robert Rodríguez) parecerá fácil, mientras los niños se entretienen viendo a Salma Hayek bailar en la tv, pero entre alcohol y cigarros para los niños y un caos natural, los pequeños hallan el cadáver de una prostituta (Patricia Vonne), haciendo de éste segmento el mejor de la película.
Harto de su noche, Ted le habla a su jefa (Kathy Griffin), pero le contesta una amiga de ésta (Marisa Tomei)... entre las dos le convencen de que asista solamente a atender un pedido de la Penthouse, pues se alberga un famoso director de Hollywood y es cliente frecuente e importante del hotel. Así que en el segmento dirigido por el mismo Quentin Tarantino, a Ted le ofrecerán 1000 dólares el mismo Tarantino, Bruce Willis, Jennifer Beals -que ya dejó el cuarto 404- y Paul Calderón por cortarle el dedo a Calderón si acaso no puede prender 10 veces seguidas un encendedor, teniendo a cambio que si lo logra, el jugador se llevaría el carro de Tarantino a su casa.
Comenzando aburrida y absurdamente, tirandole al estilo de Mr Bean, las historias de Anders y Rockwell se sienten tontas y forzadas, pero una vez que inicia la de Rodríguez, la cinta empieza a valer la pena, consolidándose al final del capítulo, dejando la parte de Tarantino como un sencillo y perfecto segmento que inmortaliza la película en la filmografía de los dos últimos cineastas. Así, la cinta claro que es recomendable, solo con la advertencia del tedio de los dos primeros episodios que por poco les cuestan a Rodríguez y Tarantino sus genialidades épicas tan marcadas.









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