Soul (2020)

 Y cuando los tops 2020 comenzaron a salir ya solo faltaba que se estrenara Soul, de Pixar, y para suerte nuestra sería también estrenada en Disney +, y tras la conclusión increíble de la segunda temporada del Mandalorian, nos daba un buen motivo para no despegarnos de la plataforma y ver la que bien podría liderar nuestro top, luego de ver que las primeras reacciones de la película le asignaban el término de lifechanging, y que de pronto cientos de cibernautas habían hallado sentido a sus vidas luego de ver la película;  no solo la encontraban como la mejor de la empresa, sino que la vida se reconstruía por las ideas y valores contenidas en el proyecto. No soy febril fan de la empresa, nunca he negado que su nivel de producción es de lo más exquisito de la animación desde que Toy Story vio la luz, sin embargo la película me interesaba desde que me enteré que Trent Reznor y Atticus Ross hacían la música, pues me intrigaba el paso que habría de las suicidas melodías de Nine Inch Nails a los niveles infantiles y hasta morales que Disney siempre ha manejado; por lo que la mezcla de este querer con el impacto existencial que tantos estaban viviendo me apuraron a verla y este ha sido mi pensamiento sobre ella:

Dirigida por Peter Docter, ya conocido por su trabajo en Monsters Inc, Up e Inside Out, la historia inicia transgrediendo los parámetros blancos con los que Disney suele trabajar teniendo un personaje negro con la voz de Jamie Foxx, de protagonista -aunque las primeras críticas a la película fue que el blackwashing aquí era que no importaba esto pues 60 o 70% de la película es un fantasmita azul, por lo que la victoria racial era un tanto irrelevante- Desde el trailer vemos que el estelar muere y va al mundo de las almas -teniendo ahí el segundo conflicto con la audencia, pues se empezó a decir desde los frentes de extrema derecha y cristianos que la intención de Pixar, al no poner a dios en este mundo era satanizar a los niños espectadores, un gran movimiento contra la película se dió en las redes sociales-, pero ya alargando esta idea del trailer es que el estelar, Joe, muere después de audicionar para tocar al lado de la cantante Dorothea Williams (Angela Bassett), su artista de jazz favorita, consiguiendo volverse parte de su banda y cumplir su sueño, que superaba lo que el consideraba un destino mediocre al antes ser maestro de secundaria. Así que recién alcanzado el éxito muere y su espíritu no puede tolerar esto, así que decide no ir al más allá, y escapa de la fila de las almas, llegando a un lugar donde se capacita a almas previas a su nacimiento, encontrando ahí un refugio en lo que resuelve cómo regresar a la vida. Acata un papel de maestro de almas y se le asigna al alma 22 (Tina Fey), una almita que no ve sentido en nacer, pues no le ve ningún uso o valor a la vida; Joe le propone que le deje encontrar ese valor para permitirle volver a la Tierra y presentarse con su heroína, 22 se entretendría un rato y el héroe alcanzaría su meta; no obstante, el viaje de ambos encuentra que las metas no siempre son las que uno espera y el brillo real de la vida no siempre es lo que uno piensa.

Y sí, está bonita la película, medio metafísico pese al gag del gato, que dura demasiado, para mi gusto; la animación y la música impecable, es un Reznor que mezcla lo mejor electro que siempre suele usar con lo logrado recientemente para la cinta Mank; pero al final, decir que revolucionó sus vidas y que ahora hallan sentido a todo es alzarla demasiado, una exageración, pues la historia maneja conceptos muy básicos sobre los valores existenciales y las metas reales de la narración humana, como se esperaría de una película de Disney y en soluciones hasta podría encontrar clitchés muy básicos en cuanto a descubrimientos personales volviendo la película hasta predecible.

Para nada es una mala película, es muy bonita, no sé si mejor que los trabajos anteriores del director, pero al menos sí de la talla, pero decir que es una lifechanging es tan absurdo como decir que es satánica o hasta blackwashing, pues es un cuento para niños, y más que buscar cambiar la vida de adultos sin identidad o filosofía en absoluto, pretende entretener a los peques contando una historia para ellos, para sensibilizarles talvez, pero no imponer nada.

La cinta entonces sí es recomendable, pero no crean que logrará lo que sus clases de filosofía no consiguieron todos esos años de preparatoria; ya si se sienten muy existencialistas mejor vean Midnight Gospel y de ahí síganse con las referencias literarias que se mencionan ahí, no crean que Pixar pretende que dejen sus puestos de telemarketing o los horribles trabajos de oficina que tienen para vivir, solo sean lo que ustedes crean que deben ser.