Otro superhit de 1998 en cuanto a blockbusters refiere es la tercera cinta de Michael Bay, la cual, pese a que Bad Boys fue tremendo éxito sobre todo gracias a la fama del momento de Will Smith, se podría considerar la primera gran joya de lo aceptable en el cine del director, puesto que una vez que entra en un presupuesto adoc a sus cualidades hace lucir el guión de JJ Abrams como para volverse una de las mejores películas de Bruce Willis.
Aún cuando la crítica conocedora le criticó demasiado, más con su rival del momento Impacto Profundo de Mimi Leder, que era con una trama mejor creada, con personajes más profundos, la manera en la que Bay narra la odisea de Harry Stamper (Willis) para salvar el mundo, y más si se ve de una manera en la que uno se pregunta quién podría hacer lo imposible, contra mafiosos, terroristas, fantasmas, meteoritos... ese sería Bruce Willis.
Un meteorito se acerca a la Tierra y la única forma de detenerlo es volarlo desde adentro, por lo que la Nasa, liderada por un Billy Bob Thornton cool y con polio busca a Stamper, el mejor buscando petroleo en todo el planeta, pero para aceptar, él pide llevar a su bandita de desmadrosos, conformados por Steve Buscemi, Owen Wilson, Michael Clarke Duncan, Will Patton, Ben Affleck (que en la película es novio de su hija, Liv Tyler) entre otros, al espacio, lo que Truman (Thronton), además de incluir en el viaje un grupo de astronautas reales encabezados por el cuadrado William Fichtner, quien no parpadeará si hay que destruir a la tripulación entera si se le ordena desde la Tierra.
El paquete que cierra el cast con Peter Stormare como un loco astronauta ruso incluye un soundtrack que incluye a artistas como Aerosmith, ZZ Top, Our Lady Peace, entre otros, haciéndose, al lado de Godzilla, una de las más destacadas piezas pop blockbuster de la década, pues para jalar al público en general se apoyan con el poder del Mtv y la carga forzada de efectos especiales que no desemboca en la genialidad artística sino en la costa de lo cool.
Así que, sí, es Michael Bay, sí, es un blockbuster, pero dentro de estos campos, sin duda es de las mejores del director, del protagonista y una muy disfrutable película sobre mafuferías y buenos amigos. No es una obra maestra cinematográfica, pero seguro, aún con sus conocidas faltas de continuidad, usted, absolutista del cine de arte, y usted fan de los blockbuster semanales, se entretendrá lo suficiente viendo a Bruce Willis salvar el mundo de un meteorito listo para el Armageddon.
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