domingo, 9 de noviembre de 2014

Sin City: A Dame to Kill For (2014)

Sin duda, es Sin City el elemento radicalizador de Robert Rodríguez, lo que le lleva en alfombra carmesí hacia Grindhouse, define el cine basado en cómics de hoy en día, le da la libertad de hacer lo que se le antoja en Machete, y ponerse a prueba en Machete Kills, sin embargo pareciera que a la gente le parecieron intencionalmente diferentes, por lo que tras el fracaso comercial de la mencionada secuela de Machete, la mala distribución de la secuela de la adaptación de Frank Miller se ahongó en burocratismos económicos cinematográficos, y podría volverse el peor error en el cine de este año; y no por el trabajo creativo o redactivo, sino a las malas desiciones de aplazamiento, de no publicidad, de estigmatización a la que La Dama por la que Mataría tuvo que exponerse...
Nuevas historias rodearán entonces a la de la temática principal, Mickey Rourke regresa en el que quizás será SU papel que le definirá para siempre, el salvaje Marv, justiciero asesino de sus causas justas, su camino se topará con aleatorios rufianes para destruir; se introduce a Jhonny (Joseph Gordon Lewitt), un suertudo jugador de cartas, que tiene el descaro de enfrentarse y ganarle al máximo villano de la saga, el Senador Rourke, interpretado nuevamente por Powers Boothe, quien es jodido y responde de la misma manera con quien resulta ser su hijo bastardo... La trama continúa con el show estelar, la historia de quien antes fuera interpretado por Clive Owen, ahora por Josh Brolin, Dwight, quien años antes de sus historias de la cinta anterior, interrumpe su trabajo de espía para ayudar a su enamorada de toda la vida, la candente Ava (Eva Green), quien le mete en un problema personal que termina metiendo a Dwight en la peor de sus situaciones.
La cinta acaba con la historia de la pequeña y ahora traumada Nancy Callahan (Jessica Alba), quien tiene que seguir lo acontecido en la historia del Miedoso Bastardo y vengar la muerte de Hartigan (Bruce Willis), a manos de la gente del Senador Roark.
Completando el elenco con Rosario Dawson, Dennis Haysbert, Ray Liotta, Christopher Lloyd, Jamie Chung, Christopher Meloni, Juno Temple, Alexa Vega y  Lady Gaga, y fuera de los problemas de distribución mencionados, sin duda el mayor desacierto, y no tiene que ver directamente con Rodríguez son las grandes ausencias de Owen y Michael Clarke Duncan, quienes se habían fundido con los personajes en la primera parte, y aún cuando sobre todo Brolin lleva a cabo su papel con la fuerza del personaje de la nocela de Miller.
Fuera de ahí, las historias son más secas, más rudas, por excepción de la principal, se sienten desalmadas y desesperanzadas, como seguro Miller ideó e indicó al director; no cuenta con la elegancia de la primera parte, como contraposición a ésto, pero no resta valor a la bien lograda cinta, que otro gran error que tiene es en cuanto a distancia para con la primera, pues si la anterior era un boom detonante para el cine hacia todas las direcciones, el boom y su incendio no solo contagiaría a adaptaciones indie, sino hasta los superhéroes mainstream, dándose cuenta Hollywood que los fans quieren en el cine, las historias casi iguales a las de las páginas de las historietas, y eso es una ley estipulada que asegura el éxito aún entre los no fanáticos del noveno arte...
Así que, Rodríguez hace lo que hizo antes, igual de bien, siguiendo la situación dramática pendiente para la secuela, sin embargo las contrariedades son el contexto diferente que ahora se vive y siempre seguirá en evolución...
Se dice que ésto afectó la relación del director con sus asociados productivos, y ahora el futuro de sus universos queda pendiente, pero él cumple y hace una película más allá de la recomendación; un producto dramático y trágico, sanguinario y de calidad estética igual a la cinta que nos voló la mente a todos. Es entonces la devaluación más injusta del año, pero pues solo el tiempo catalogará de la manera correcta como antes ha pasado con otras grandes producciones.



No hay comentarios:

Publicar un comentario