Emotivo trailer que vi cuando fui a ver al cine At Eternity Gate, me fascinó y decidí buscar, pues su difusión fue casi cero... llegando finalmente a la película del director Ernesto Daranas, quien creó una pieza que hasta nominada para ser nominada a los óscares fue... No obstante, ya al ver el total del producto, la cinta termina siendo medio insípida, de un realismo mágico innecesario, medio comedia mal hecha light, con un resultado bastante tibio que nada tuvo que ver con ese bello tráiler de aquella ocasión.
La cinta nos cuenta sobre una Cuba de los 90´s, su situación, que continúa igual en nuestros días, solo que con una perspectiva de ver caer a la unión soviética. Sergio (Tomás Cao) es un profesor de arte que ahí se las ingenia para cuidar a su familia mientras se entretiene platicando ilegalmente con un gringo (Ron Perlman) desde una radio que tiene un dudoso permiso gubernamental para él. Por otro lado está Sergei (Héctor Noas), un astronauta ruso al que dejan en el espacio por el cambio político quehay en su país... Sus jefes apenas decidirán que hacer con él... Las radios de ambos Sergios se ligan, y al final terminan volviéndose radioamigos afrontando ambos sus respectivas desventuras. A Sergei le irá peor pues unas piedras le dan a su nave y solo tendrá el consuelo de escuchar a Sergio para no sentirse tan solo mientras se va enterando que el cambio político también está afectando a su familia. Ambos amigos lucharán con sus adversidades, teniendo a la par el diálogo político capitalista gringo - comunista cubano como un extra en lo que a la participación de Perlman compete.
Entonces, por momentos es interesante, por momentos aburrida, su calor a veces es innecesario, a veces no, la comedia aparece de la nada, y termina siendo un producto de collage de ideas que finalmente no aporta nada relevante.
La cinta más que nada es recomendada para dormitar o recomendarsela a alguna tía equiz a la que no le importa lo que le pongas a ver.
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