Estelarizada por Olivia Wilde y Mark Duplass, la cinta comienza en los maryshelliezcos experimentos por traer de la muerte animales muertos, pero cuando la escuela donde hacen sus experimentos sabe de la falta de ética de los mismos, deciden cancelar el proyecto, teniendo los científicos menos de doce horas antes de que se lleven absolutamente todos sus objetos para llevar a cabo el experimento con el suero lázaro; por lo que para reregistrar el hallazgo, el grupo vuelve a entrar en secreto a sus laboratorios con la intención de revivir un nuevo animal, cosa que es interrumpida porque por una falla eléctrica Wilde muere, y Duplass se empeña en revivirla pese a las consecuencias muy parecido a lo acontecido a la cinta Lucy, pero diabólicamente, frankensteinezcomutantemente con resultantes no esperadas.
Así que, sí, no se oye como lo mejor, y las derivativas son extremadamente obvias, sin embargo es la manera y el desarrollo del personaje de la dra resucitada Zoe, la que podría dar pie a una secuela, y el desarrollo de un nuevo universo terrorífico que ya sea Gelb o cualquier otro nuevo director podría llevar a cabo. No llega a lo dominguero gracias a eso, pero pese a la tendencia posmo que tanto aplaudimos por aquí, tampoco podemos llevarla al nivel de terror posmodernista, sino a experimentos acertados de posibilidad impredecible, por lo que decimos que el producto es aceptable, pero no sabemos a ciencia cierta si por mera casualidad experimentativa o genialidad prospectiva... por lo que habrá que esperar a ver que hacen tanto el director como los productores para saber el verdadero juicio que hacemos, pero por mientras la película queda en recomendable con puntos suspensivos que no llegan a la mediocridad ni a lo inolvidable, pero hará del rato un momento entretenido que perdida de tiempo sin duda no es.

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