Andy ha crecido, y tiene que deshacerse de sus juguetes, teniendo entre las opciones de donarlos o arrinconarlos en el ático, decidiendo que al único que conservará será a Woody; por lo que el resto de los personajes tratará de decidir por ellos mismos la desición antes de saber cuál será el elegir de su dueño; por lo que todos terminan en una guardería, donde les reciben nuevos juguetes que trabajan bajo las órdenes de un oso resentido contra la humanidad llamado Lotso, quien se volverá el peor enemigo que el grupo de juguetes más memorable de la historia tendrá que afrontar, llevando a una conclusión trágica que hará a llorar al más macho de los machos una tras otra vez.
Un final perfecto para la que se volvió la mejor franquicia animada que se haya creado, con éxito comercial, éxito crítico, éxito absoluto; más recomenable que las otras, tan memorable como las pasadas, absoluta recomendación para chicos y para grandes; una franquicia que todos deberían conocer.
Dato Final: Para los otakus que nunca faltan, sale Totoro (Miyazaki working out)
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