miércoles, 28 de enero de 2015

Escobar: Paradise Lost (2014)

Dirigida por Andrea di Stefano, y tratada más como una morbosa historia sobre el narco más famoso de todos los tiempos, la llamada tanto Paradise Lost como Escobar, protagonizada por el también productor ejecutivo de la cinta Josh Hutcherson , y otro de los impecables eternos Benicio del Toro, es una película de acción que mezcla la realidad de la historia de Pablo Escobar con una ficción creada por el mismo di Stefano, la cual es contada de una manera bastante sólida y entretenida, sin caer en las torpezas clitché de una típica película de acción, ni en la lentitud probable que luego las biopics pueden tener.
Sobre Nick aka Nico (Hutcherson), quien va a Colombia con su hermano (Brady Corbert) y su cuñada (Ana Girardot) para vivir una vida paradisiaca dando clases de surf y atendiendo una pequeña tiendita a la orilla del mar; pero ya estando allá, Nick se enamora de una colombiana muy bonita (Claudia Traisac), quien resulta ser sobrina de Pablo Escobar (del Toro), quien "cuidando" a los suyos poco a poco va metiendo a Nico a su familia, solo que, aunque el canadiense no planea entrar de lleno al mundo del narcotraficante, la fuerza del ególatra inmaduro, que del Toro interpreta, termina absorbiendo a un mundo maligno y enfermizo al enamorado de la vida, ahora desilusionado absoluto en la desesperación de la narcorealidad de la que ya no hay vuelta atrás.
Primero teniendo el conocimiento del insípido Peeta que Hutcherson interpreta en Hunger Games, uno llega con la expectativa vaga y baja, sin embargo logra demostrar sus capacidades histriónicas contagiando angustia la mayor parte de la película; mientras que del Toro, como siempre, simplemente actúa como nos tiene acostumbrados, y hace un Escobar que en algunas críticas hasta con el Padrino de Marlon Brando ha sido comparado; teniendo en estos dos personajes/actores el flujo completo de la cinta, teniendo aquí el "sin embargo" de un "quisieramos más" en busca de la perfecta experiencia cinematográfica que nos hubiera gustado tener; y ese "sin embargo" es la resta de importancia que di Stefano pudo haber puesto en personajes como María o Dylan, ayudando a complejizar la historia que la película narra; pero bueno, eso solo como un extra que esperase pueda ser superado en los siguientes proyectos del director.
El veredicto entonces es que la película es bastante aceptable, es angustiante, está bien hecha y actuada, pero sin llegar a la completa perfección, sin afectar su composición final ni su buen trabajo como pieza cinematográfica. La película entonces es bastante recomendable, pero sin tener la piedra angular del género, pero sin caer en lo dominguero... talvez el culto le alze en el futuro a mediano plazo, pero eso solo la fanaticada lo decidirá.








No hay comentarios:

Publicar un comentario