La historia cuenta un día en la vida de Theresa (Rothe), quien despierta cruda en el cuarto de un tipo que no conoce, Carter (Israel Broussard), es grosera con él, conoce y desprecia a su roomie, Ryan (Phi Vu), es grosera con medio campus que se topa, hasta que en cierto punto de la tardenoche, un asesino tipo Scream la encuentra y la mata. No, no es spoiler... Luego del asesinato, uno diría ¿ya mataron a la protagonista? ¡Esto no puede ser más Scream! -véase Drew Barrymore- pero no, recuerden, Día de la Marmota, o para los que crecimos pegados a Canal 5, Hechizo del Tiempo ¡Bill Murray! Ok, no se quemen el coco: Theresa vuelve a despertar en el cuarto de Carter... primero tomándolo como un sueño, pero cuando empieza a suceder y suceder debe de tomar cartas en el asunto, metiendo al loop a Carter, quien le ayudará a tratar de terminar el loop a cualquier costo, terminando con un romance, predecible, pero bonito, que hace ligera la historia dentro del subgénero en el que se encuentra.
Y si bien he hablado bien de ella siendo terror cómico, tampoco está a la altura de la épica Evil Dead, no, nada Sam Raimi ni Peter Jackson; ni siquiera nivel Zombieland, pero chance sí al lado de buenas recientes como Ready or Not ¿comprendido?
La película es fresca, divertida, y si bien el factor terror sí es muy secundario, es más que nada la ligereza de la narrativa y la actuación de Rothe lo que la hacen acreedora al menos a la secuela bien ganada.

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