Sobre un crímen muy bien realizado, que desvía las pistas hacia un conserje narcomenudista inocente, es la perspicaz agente Casey Mayweather (Bullock), la única que sabe que algo está mal, por lo que tendrá que afrontar a su compañero, Sam Kennedy (Ben Chaplin) y al machista misógino departamento policiaco para el que trabaja para comprobar que su corazonada de que los asesinos son un chavo rico, sangrón y prepotente llamado Richard Haywood (Gosling), y uno tímido, inteligente y hasta mustio llamado Justin Pendelton (Pitt), los cuales aparecen al final de cada línea de pistas...
Sin ser pésima, la cinta tampoco es innolvidable, como menciono, es comparable con cualquier serie policial, y de ahí no pasa; no es una mala cinta, pero tampoco es la gran recomendación; sin embargo no pasa nada si la ven, y talvez hasta llegue a gustarles y entretenerles.

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