martes, 18 de febrero de 2014

Las Brujas de Zugarramurdi (2013)

Basada en "Auto de fé" (juicio de la inquisición española) efectuado en contra de cincuenta y dos brujas debido a un aquelarre en el poblado español de Zugarramurdi, pero en una historia tan al estilo de Alex de la Iglesia como podría ser.
Sobre unos amigos que asaltan una joyería disfrazados de botargas para pagar la manutención del hijo del protagonista, José (Hugo Silva); durante el escape se suben a la fuerza a un taxi ocupado y empiezan un viaje que supondría terminar en Francia para salvarse de los crímenes que cometieron (Psycho, Psycho estás ahí?); sin embargo sus planes cambian al llegar por casualidad a un pueblo en la frontera llamado Zugarramurdi, donde las brujas aún existen y están esperando al hijo de José, Sergio (Gabriel Delgado), quien también había participado en el robo, debido a que una diosa madre de las brujas debe comerse a un niño, y Sergio es el elegido; así que las aventuras de José y sus "amigos"/aliados/cómplices (Mario Casas, Jaime Ordóñez & Enríque Villén) pasan de una idiotez a otra en medio de un armageddon misógino/feminista como ningún otro en la historia del cine.
Compárandose primero con el máximo clásico del director, El Día de la Bestia, la nueva cinta no le pide nada a su obra maestra, pues desde la historia hasta los efectos son estupendos y de la más alta calidad, destacando en cuanto a esto a la diosa bruja que comparada con megraproducciones de Hollywood como Jack the Giantslayer, hace arder a las costosas casas productoras gringas, pues el acabado en más comparable con secuencias del Señor de los Anillos que con cientas de cintas hechas solo por hacerse, resúmase como "Alex de la Iglesia le patea el trasero a Hollywood", se luce, hace una máxima del cine de horror cómico, que bien podría darle lecciones a cintas en México como Pastorela que está sobrevaluada y es aplaudida solo por tener un buen comienzo y uno de los más mediocres finales de la historia del cine; pero hablamos de las Brujas, no de Pastorela.
Concluyo diciendo que nuevamente el cine español da cátedra sobre que no por no ser Hollywood no puede tener la calidad de lo mejor de éste; que Alex de la Iglesia es uno de los mejores directores españoles de los últimos tiempos, y que solo la hoguera podría ser una justificación aceptable a no ir a ver esta tan buena película.







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