viernes, 18 de abril de 2014

Trzy Kolory: Bialy (1994)

La segunda cinta de la trilogía de los colores de Krysztof Kieslowski, toca al turno del color blanco, y ahora nos traslada hasta la Polonia del director, narrando la historia de Karol Karol, interpretado por Zbigniew Zamachowski, que es un equiz en Paris, y se siente relevado a un segundo plano por su esposa, interpretada por la bellísima Julie Delphy, así que parte a tierras polacas, donde empieza una éxitosa empresa, que le trae respeto y dignidad; sin embargo le queda la incertidumbre sobre el amor u odio de/hacia su esposa, por lo que finge su muerte para hacerla venir a Polonia, donde él se da cuenta de que ella sí lo ama, pero ya en condiciones equitativas, Dominique es arrestada por el asesinato de Karol, y ahora ambos deben vivir en sus propias reclusiones, una en la carcel y el otro en su invento de haber muerto, dejando en puntos suspensivos hasta la conclusión de la trilogía de los colores en Trois Couleurs: Rouge.
Conservando el estilo visual y narrativo comenzado en Bleu, Kieslowski conserva la factura en el uso del color como propulsor de sentimientos y sentidos, a la vez que sigue basándose en los colores e ideales de la bandera francesa, siendo el tema de la Igualdad el que más destaca aquí; corroborando cinta con cinta que la trilogía es una de las mejores sagas de la historia del cine. Muy muy recomendable.









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